Es muy grave el estado de salud de una niña de 12 años a raíz de un balazo que impactó en su cabeza, en un violento suceso ocurrido la tarde del domingo en barrio San Lorenzo.
Delincuentes tirotearon una casa y uno de los disparos impactó en la menor. Ingresó al hospital de niños sin signos vitales y en paro cardiorespiratorio.
Es muy grave el estado de salud de una niña de 12 años a raíz de un balazo que impactó en su cabeza, en un violento suceso ocurrido la tarde del domingo en barrio San Lorenzo.
La víctima de este hecho fue identificada como Delfina, de tan solo 12 años, quien por estas horas se debate entre la vida y la muerte en el Hospital de Niños Dr. Orlando Alassia.
Del grave suceso se tuvo conocimiento alrededor de las 18, cuando un Chevrolet Corsa de color gris, ingresó a toda velocidad al playón del citado centro de salud.
A bordo de dicho vehículo venía una pareja llevando en brazos a la niña agonizante.
El personal de la Subcomisaría 10ma. y los profesionales del hospital se vieron inmersos en una frenética carrera contrarreloj para intentar salvar la vida de la pequeña Delfina.
La jefa de la Unidad de Terapia Intensiva, examinó a la niña y diagnosticó una herida de arma de fuego en la región occipital de su cráneo. El proyectil ingresó sin salida, dejando una situación crítica y desesperante.
La menor fue ingresada al hospital sin signos vitales, en paro cardiorespiratorio, pero gracias a los esfuerzos del equipo médico, lograron reanimarla y la conectaron a un respirador artificial. Su estado es delicado y se espera la evaluación de un neurocirujano.
Según se supo la menor fue sometida a una intervención quirúrgica, trámite tras el cual quedó alojada en la Unidad de Terapia Intensiva.
En cuanto a los pormenores del ataque armado (ocurrido en la zona de calle Uruguay 4300) trascendió que sus autores fueron dos jóvenes que, luego de la balacera, escaparon del lugar.
Vecinos de la zona comentaron que los “pistoleros” actuaron con un dato equivocado. Se sospecha que el objetivo era tirotear la casa de un narco, pero que éste hace ya un tiempo no vive más en dicho lugar.
A partir de entonces la conmoción y la indignación se instaló en el vecindario, ya que un acto de tanta violencia alcanzó a una víctima inocente.
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