Danilo Chiapello
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Vecinos reclaman mayor presencia de la policía en la zona. También piden instalación de cámaras de vigilancia.
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Una seguidilla de hechos delictivos ha puesto en estado de máxima preocupación a vecinos y comerciantes de barrio Sur, los que reclaman urgentes medidas al respecto.
“Esto no es nuevo; viene desde hace mucho tiempo, pero parece que a nadie le importa porque no se ha tomado ninguna medida y estamos cada vez peor”, comentó este jueves visiblemente una señora que vive en la zona de Urquiza y Entre Ríos.
Sin temor a equívocos, se puede afirmar que los dichos de esta vecina son ciertos.
Porque la cuestión de los arrebatos callejeros y los robos, tanto sea en negocios como en casas de familia, ha trazado una peligrosa línea ascendente.
Los casos son muchos... demasiados...
“Estamos complicados”
A modo de ejemplo se puede citar la odisea que padeció la agencia de quiniela Ferro, ubicada en 4 de Enero al 1200, que ha sufrido más de 15 atracos.
* “Estoy un poco harto de todo esto. Me robaron más de 15 veces, ya ni hago la denuncia. Me hicieron deambular por todos los despachos y jamás me devolvieron ni un centavo. En vez de darme respuestas, me preguntaban a mí qué se podía hacer. Entonces uno se va cansando. Ve cómo las autoridades la ‘patean’ para adelante y nadie se hace cargo”, comentó en su momento Carlos Ferro, titular del negocio.
Y toda esa situación tuvo sus consecuencias. “Ahora atiendo con la puerta cerrada y solamente me manejo con los clientes conocidos. He perdido algo de ganancia, pero gané en seguridad. Y si juega Colón, bueno... directamente conviene no abrir”, dijo esta mañana Ferro en diálogo con El Litoral.
Por último, reveló que “el barrio está inseguro. En la última tormenta, se quemaron algunos focos de la calle y todavía no vinieron a repararlos. Esa oscuridad favorece a los delincuentes. La verdad estamos complicados. Pese a la cercanía que tenemos con la jefatura y con la comisaría, este barrio sigue siendo inseguro”, sentenció.
Últimos hechos
La memoria colectiva de quienes viven en este sector de la ciudad guarda con recelo cada uno de los golpes que asestó la delincuencia.
* El último de los casos ocurrió la noche del sábado, cuando un grupo de malvivientes tomó por asalto una vivienda ubicada en Jujuy al 3000. Para reducir a los ocupantes de la casa (una mujer y su hijo), les tiraron gas pimienta y los maniataron. Les robaron dinero y fugaron.
* La madrugada del miércoles 10 del corriente, autores desconocidos saquearon una pollería ubicada en Entre Ríos y Francia, donde sustrajeron 50 kilos de mercaderías. Este negocio también cuenta con un triste historial en materia de robos.
* Unos días antes, una casa de familia ubicada en Entre Ríos al 3100 fue blanco de una feroz incursión delictiva. Tras sorprender a unos pintores que trabajaban en el lugar, varios rufianes ingresaron al inmueble y redujeron a la dueña de casa. La mujer fue maniatada con precintos que lastimaron sus brazos y soportó macabras amenazas (te vamos a cortar el pelo y dejar pelada).
* Esta mañana los vecinos hicieron saber de otros hechos ocurridos en los últimos días.
En Uruguay al 2800 ladrones entraron a una casa donde vive una familia, que se encontraba de vacaciones.
En Pje Cervantes y Urquiza un muchacho que regresaba de bailar fue asaltado en plena calle.
En Entre Ríos y 9 de Julio se vivieron momentos de tensión cuando se advirtió la presencia de individuos que caminaban por los techos de esa manzana.
“Reclamos”
Ante esta situación los vecinos de la zona reclamaron “para que al menos tengamos una mayor presencia policial. Nosotros vemos que los patrulleros pasan, pero la mayoría de las veces van en dirección a su cuartel. No nos parece que estén haciendo una tarea de prevención y vigilancia”.
“Aquí prácticamente no se puede caminar solo, mucho menos si sos mujer. Tenemos muchos episodios de mujeres y de chicos que fueron asaltados en plena vía pública”.
“No puede ser que todas las semanas tengamos que enterarnos que entraron a alguna casa, que ‘reventaron’ algún negocio o que revolcaron a alguien en la calle. En cualquier momento puede ocurrir una desgracia mayor. Tenemos miedo.
“Entendemos que hay muchas maneras de ejercer la prevención. Aquí hay muy pocos chequeos de motos y vehículos. Los vemos en otras partes de la ciudad. Los días que juega Colón, esto se convierte en una zona de guerra, les roban a las personas y a los vehículos que están estacionados. Al menos que mejoren la iluminación y pongan cámaras de seguridad”, culminaron.