Dos de los seis detenidos por el crimen de Serena Martínez, la nena de 7 años baleada en el Club de Regatas, recuperaron la libertad esta semana, una vez descartada su participación en los tiroteos de Alto Verde. Mientras tanto, los cuatro restantes fueron puestos a disposición del juez de Instrucción Octava, Jorge Patrizi, ya que uno de los imputados contaba con pedido de captura por un homicidio de 2012 que se investiga en ese juzgado.
Antes de apartarse del caso, el juez de Instrucción Tercera, Luis Octavio Silva, indagó a los detenidos, algunos de los cuales reconocieron haber estado en el lugar del hecho, aunque dijeron que fueron emboscados cuando volvían de trabajar.
“Cepillín” Fernández y “Pizzi” Cabrera señalaron que ese viernes 29 de noviembre regresaban de trabajar en el Cemafe, en compañía de un nutrido grupo de obreros de la construcción, cuando de camino a Alto Verde fueron emboscados por cuatro personas armadas. De los supuestos agresores, la policía tiene a uno tras las rejas, un tal Cano; mientras que están siendo buscados tres sujetos identificados como “Tito Blas”, “Gula” y “Segovia”.
También un cuarto muchacho identificado como Jonatan M. de 23 años, sigue vinculado al caso por su presunta participación, comprometido por la declaración de testigos.
Falta de mérito
En cambio otros dos recuperaron la libertad por “falta de mérito” este lunes, ya que tras prestar declaración pudieron demostrar que no se encontraban en Alto Verde cuando acontecieron los hechos. Es más, uno de ellos acreditó que estaba trabajando en la termoeléctrica de Sauce Viejo mientras se producía la balacera en Alto Verde; el otro aseguró que estaba en su casa de la Manzana N° 2.
“Pizzi” y “Cepillín” se entregaron este lunes en tribunales y ese mismo día fueron indagados y encarcelados. “Los dos rechazaron la autoría de los disparos” y “negaron tener vínculos con la militancia gremial”, indicó el abogado José Ignacio Mohamad. “Contaron que estuvieron en el lugar” y que su presencia “fue fortuita”. No obstante “uno de ellos logró sindicar a los autores”, agregó.
Sin embargo, existen otras versiones que ubican a las mismas personas en situaciones diferentes, en las que quienes en principio fueron víctimas, luego se convirtieron en victimarios, al reaparecer de a caballo por una barranca, blandiendo armas de distinto calibre.
Lo cierto es que hasta ahora, ni el arma con la que ejecutaron a Serena fue hallada, ni el autor del disparo individualizado, por lo que resulta prematuro saber si persistirá la imputación de “homicidio en grado de tentativo y homicidio calificado”.
Nuevo juez
Ese viernes fatídico dos personas resultaron heridas, primero un albañil que estaba trabajando en el club Excursionistas, que recibió un impacto de bala en el abdomen y debió ser internado en el hospital Cullen para su atención; pero luego fue lo de la nena de Regatas, que dejó estupefactos a decenas de compañeritos, padres y docentes que esa tarde festejaban el fin de ciclo del jardín de infantes Regatitas.
Serena fue internada de urgencia en el hospital de niños Dr. Orlando Alassia, donde falleció el jueves pasado producto de lesiones cerebrales irreversibles.
Durante la primera semana de investigación el caso estuvo bajo la órbita del Juzgado de Instrucción Tercera, del Dr. Silva. Pero tras la presentación espontánea de “Pizzi” o “Piscis” Cabrera, saltó un pedido de captura del año pasado en el Juzgado de Instrucción Octava.
Es decir que por una cuestión de competencia será el juez Patrizi el encargado de seguir adelante con la tarea de descubrir las circunstancias en la que se produjo el crimen de Serena.