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El viudo Marcelo Macarrón fue imputado hoy por el homicidio de su esposa, Nora Dalmasso, cometido el 25 de noviembre de 2006 en un barrio privado de la ciudad cordobesa de Río Cuarto y por el que no hay ningún detenido.
La decisión fue adoptada por el fiscal Daniel Miralles, quien acusa al médico traumatólogo Macarrón (57) de "homicidio calificado por el vínculo" y le fijó una caución real de tres millones de pesos para que continúe en libertad, según un comunicado oficial.
El fiscal, que está a cargo de la causa hace un mes y medio, dispuso la indagatoria del viudo para el lunes 28 de marzo a las 9.30 y ordenó que pierda su status de querellante en la causa, el cual compartía con sus hijos Valentina y Facundo.
Tras disponer estas medidas, Miralles ordenó el secreto de sumario por 10 días, de manera que no se sabe si en las últimas horas sumó alguna nueva prueba al expediente o realizó una valoración distinta de las que ya había, dijo a Télam una fuente judicial.
Hasta ahora, Macarrón estaba desvinculado de la causa ya que había presentado como principal coartada que cuando se cometió el homicidio participaba de un juego de golf en la ciudad uruguaya de Punta del Este, circunstancia que acreditó con testigos.
Debido a que en el cuerpo de Dalmasso (51) se halló semen del linaje Macarrón, su marido aseguró que había mantenido relaciones sexuales con ella antes de viajar al país vecino.
Marcelo Brito, quien fue abogado de Facundo Macarrón cuando estuvo imputado por el crimen de su madre, se mostró "sorprendido" por la acusación de Miralles y planteó ante la prensa que se trata de "una hipótesis absurda" porque no encuentra elementos probatorios para sostener el grado de sospecha actual. "El fiscal anterior, (Javier Di Santo), al que tanto le reprochamos la lentitud, cometió el absurdo de vincular a Facundo Macarrón, absurdo que quedó demostrado hace días cuando fue absuelto, pero jamás se animó a tanto", agregó Brito.
La decisión del fiscal causó sorpresa, ya que el 25 de febrero se conoció que estaba investigando como nueva hipótesis que el homicidio se había cometido en el marco de un abuso sexual y que podrían estar involucrados allegados a la familia. Este dato surgió luego de que el abogado Diego Estévez, representante de María Delia Grassi, madre de Nora, le acercó al fiscal una hipótesis que "por error" no se tuvo en cuenta o no se investigó durante la pesquisa.
"Hemos aportado elementos que, para mi, tienen que ver con un crimen que tuvo una motivación sexual. Es una hipótesis no investigada en la cual el fiscal se mostró interesado", dijo el abogado por entonces, que se excusó de dar mayores detalles para no entorpecer la investigación. Al respecto, recordó que cuando mataron a Dalmasso la vivienda no contaba con seguridad y su esposo se encontraba en Punta del Este, según se había dado por probado hasta ahora en el expediente.
El 26 noviembre de 2006, la víctima fue encontrada estrangulada y semidesnuda en su casa del barrio residencial Villa Golf, en Río Cuarto, distante unos 225 kilómetros al sur de la ciudad de Córdoba.
A lo largo de la investigación se manejaron varias hipótesis: una apuntó a un crimen durante un juego erótico, otra a un estrangulamiento durante la consumación de una relación sexual y la tercera un homicidio cometido tras un abuso.
Los estudios forenses determinaron que la víctima, previo a su muerte, tuvo relaciones sexuales, aunque nunca se estableció si fueron consentidas o producto de una violación.
Durante el largo proceso de investigación, se sobreseyó a los tres únicos imputados como sospechosos de cometer el crimen, el primero de ellos Rafael Magnasco, quien se desempeñaba como asesor en el Gobierno de Córdoba.
Luego, en 2007, fue detenido e imputado por "violación seguida de muerte" Gastón Zárate (36), quien había realizado tareas de pintura en la casa de la familia Dalmasso. Lo apodaron públicamente el "perejil o perejilazo" por la falta de pruebas en su contra y en 2011 fue sobreseído.
Facundo Macarrón (28), hijo de Nora, también fue acusado el mismo año por "sospecha leve" por presunto "abuso sexual gravemente ultrajante y homicidio calificado por el vínculo", a partir de un patrón genético encontrado en el lazo que se utilizó para asfixiarla. Sin embargo, el joven fue sobreseído en octubre de 2012 por falta de pruebas.
En noviembre, surgieron nuevas pistas del caso en base a escuchas telefónicas realizadas en una investigación por amenazas contra un abogado de Córdoba capital. Por ese motivo, el fiscal de ese expediente, Enrique Senestrari, envió copia de las conversaciones a la fiscalía de Río Cuarto, pero en ese momento la causa estaba prácticamente paralizada a la espera de la designación de un nuevo fiscal, ya que Di Santo había sido apartado.