Juliano Salierno
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El ex director de Control y Asistencia Post Penitenciaria de la provincia, Martín Alejandro Romano, fue condenado a pena de prisión en suspenso, por el robo cometido en la panadería Polo Norte de Santiago del Estero y 9 de Julio, ocurrido el 1º de febrero del año pasado.
Bajo la modalidad de juicio abreviado, la defensa del imputado y la fiscalía acordaron una pena de 2 años y 8 meses de prisión condicional, por el delito de “encubrimiento agravado”, confirmaron fuentes tribunalicias.
El acuerdo rubricado por el imputado, su abogado Romeo Díaz Duarte y la fiscal Nº 5 Elena Perticará, fue homologado el 12 de junio último en el Juzgado de Sentencia Nº 3 del Dr. Cristian Fiz.
Si bien Romano había sido procesado por el ex juez de Instrucción Sexta, Sergio Carraro, como “partícipe de robo calificado por empleo de arma de fuego”, la atribución delictiva fue modificada luego de que Gabriel Adrián Galván -autor del robo- reconociera que su acompañante ignoraba por completo lo relacionado al atraco.
Estaban drogados
Con ese argumento, sumado a que ambos se encontraban bajo los efectos de sustancias alucinógenas, la Justicia aceptó que Romano no era más que el encubridor de un delito grave, porque en vez de entregar a Galván a la policía, intentó impedir que esto ocurriera.
Romano y Galván fueron detenidos el 1º de febrero de 2013 por la tarde, a tres cuadras de la panadería Polo Norte de calle 9 de Julio y Santiago del Estero, donde minutos antes se había cometido un asalto.
Los interceptó una patrulla de la Brigada de Explosivos de la URI, a bordo de un vehículo Renault Sandero Stepway con vidrios polarizados, gracias a un testigo que tomó la patente.
En ese momento se le achacó a Romano el haber intentado frustrar el procedimiento, invocando su rol de funcionario provincial. En la requisa, la policía secuestró un arma de fuego debajo del asiento del acompañante que era ocupado por Galván, quien además llevaba el dinero sustraído a la panadera.
En Rehabilitación
Lo llamativo del caso fue que el acusado era nada menos que el encargado de controlar y asistir a los condenados que recuperaban su libertad, dentro de la órbita del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos. Por ese motivo el juez de la causa ordenó allanar un departamento céntrico donde vivía Romano y las oficinas de la Dirección de Asistencia Post Penitenciaria de 4 de Enero al 3600.
Romano estuvo preso varios meses, hasta que la Justicia accedió a su traslado, a una clínica de rehabilitación de adicciones de puertas cerradas, lugar en el que se encuentra bajo tratamiento. Tal como informaron fuentes del caso, la culminación del tratamiento sería una de las condiciones impuestas en la sentencia.
En cuanto al otro imputado, Galván, permanece tras las rejas cumpliendo una condena de 6 años y 8 meses, por el delito de “robo calificado por empleo de arma de fuego” en calidad de autor.
Drogado y sin dormir
Tras la captura del ex funcionario y su acompañante, el juez de Instrucción del caso les recibió declaración indagatoria imputándoles a ambos el delito de “robo calificado por el empleo de arma de fuego”, el primero en calidad de partícipe y el segundo como autor.
En esa oportunidad, Romano, de 32 años, declaró que llevaba dos días sin dormir y que había salido a consumir drogas producto de una crisis personal. Así fue que se encontró con el “Pelado” Galván (40), a quien invitó a su departamento y luego éste último le pidió que lo llevara, pero ignorando que iba a cometer un robo. “No teníamos necesidad, no sé por qué lo hizo”, dijo.
Galván, por su parte, asumió que fue él el que le pidió a Romano que estacionaran frente al quiosco que está en la esquina de la Facultad de Ingeniería y como estaba cerrado se dirigió a la panadería, supuestamente en busca de algo para tomar. El juez Sergio Carraro los procesó el miércoles 6 de marzo de 2013.