Silvio Díaz, el hombre que ayer conducía a más de 100 kilómetros por hora y atropelló en Paraná a dos hermanitos de 6 y 11 años, el primero de los cuales falleció, estaba bajo los efectos del alcohol y de la cocaína en el momento del accidente.
Fuentes vinculadas a la investigación informaron que tras el accidente Díaz fue llevado al hospital San Martín de Paraná, donde aparentemente se golpeó de forma intencional la cara contra la pared con la intención de hacerse sangrar la nariz y evitar, así, que se le efectuara el hisopado de las fosas nasales.
Sin embargo, finalmente se le realizaron todos los peritajes de rigor ordenados por la Justicia que, según dijeron las fuentes consultadas, arrojaron un nivel de alcohol en sangre “altísimo” y la presencia de cocaína.
Además, Díaz tuvo que ser trasladado anoche al Hospital Escuela de Salud Mental, ya que cuando fue llevado a la alcaidía del edificio de Tribunales local volvió a provocar incidentes.
En tanto, los padres de Juan Manuel Martínez Zurbán, el pequeño fallecido, acompañados de vecinos y alumnos de la Escuela Del Centenario realizaron anoche una marcha hasta los tribunales.
Con pancartas y velas, los manifestantes se congregaron frente a la puerta de ingreso del edificio de Tribunales de Paraná para pedir justicia tanto por el chico muerto como por su hermano Santiago, quien hoy permanecía internado en el Hospital San Roque de la ciudad.
La marcha estuvo integrada por dos columnas que partieron desde la escuela Del Centenario, frente a la que ocurrió el accidente, ubicada en la avenida Alameda de La Federación, y desde la plaza 1ro. de Mayo, en el centro de la ciudad.
La concejal Roxana Villagra, tía de los chicos, reveló a la prensa que Santiago le contó que vio cómo el auto se le venía encima, pero que no pudo hacer nada para evitarlo y que, tras el choque, se desmayó.
La edil informó que el niño de 11 años estaba hoy lúcido e internado con “una fractura en la pierna izquierda”, por la que fue operado y enyesado, y que aún desconocía la muerte de su hermanito.
Según Villagra, Santiago “recuerda que bajó del remise con su hermanito Juan Manuel, que se puso a un costado para cruzar la calle, miró y no vio que venía ningún auto y de golpe vio un auto que iba zigzagueando”.
“Me dijo: vi que el auto se me venía encima pero no pude hacer nada y me desmayé. Me acuerdo que me hizo volar y a mi hermano no sé, porque vi que tenía sangre pero no me acuerdo más nada. Espero que esté bien”, recordó la mujer que le dijo su sobrino.
“Destrozó a una familia”
La concejal criticó al inspector municipal que estaba frente a la escuela y no detuvo al auto de Silvio Díaz, que venía a más de 100 kilómetros por hora frente a un establecimiento educativo.
También cuestionó que las cámaras de seguridad de la policía no hayan registrado que Díaz “estuvo toda la madrugada dando vueltas porque estaba festejando su cumpleaños 40 y ya había pasado semáforos en rojo a toda velocidad, según comentó un remisero”.
Villagra recalcó que, dentro de ese contexto, lo sucedido “no fue un accidente sino un homicidio, provocado por una persona que destrozó a una familia”.
El accidente se registró ayer poco antes de las 8, cuando Díaz se trasladaba a alta velocidad en su Volkswagen Voyage plateado, intentó esquivar a otro auto que salía de una cochera y atropelló a los hermanos, que esperaban a cruzar la calle para entrar a la escuela.
Tras embestir a los niños, el auto chocó contra un auto estacionado y volcó, Díaz salió por sus propios medios a través de una ventanilla y tuvo que ser protegido por la policía, ya que padres y transeúntes comenzaron a insultarlo e intentaron lincharlo.