Avanza la investigación por el caso de personas contaminadas con plomo en la ciudad de Ceres, en el norte provincial, y ahora la Justicia Federal resolvió citar a declaración indagatoria a dos ex integrantes de la comisión directiva de la empresa Nesaglo y a una funcionaria del gobierno provincial.
El juez Reinaldo Rodríguez fijó fecha para el 1° de setiembre, a pedido del fiscal federal Jorge Gustavo Onel, quien interinamente está al frente de la delegación rafaelina del Ministerio Público Fiscal.
La causa fue iniciada de oficio por la fiscalía, al tomar conocimiento por medios periodísticos sobre la existencia de niños contaminados con plomo que estaban siendo asistidos en el Hospital de Niños Orlando Alassia de la ciudad de Santa Fe.
El fiscal Onel asegura que, con las pruebas reunidas hasta el momento, hay "suficientes elementos de juicio para sospechar que Daniel Osmar Ochoa y Norma Inés Orellano –quienes integraron el Directorio de la firma Nesaglo S.A. a la fecha de cierre de la misma (año 2017)-, como así también Mónica Mabel Ucero –Directora General de Desarrollo Sustentable del Ministerio de Medio Ambiente y Cambio Climático de la provincia-; por impericia en el propio arte o profesión, en el caso de dos directivos de la firma; y por inobservancia de los reglamentos u ordenanzas, en relación a la funcionaria".
Tenés que leerEn Ceres, el plomo sigue contaminandoOnel explicó en su pedido al juez que los análisis realizados confirmaron que en el predio de la empresa, donde funcionaba el establecimiento Cerplac SA, en inmediaciones del cruce de calles Tucumán y Larrea, se había producido una contaminación con plomo de modo peligroso para la salud en el agua, el suelo, en elementos vegetales y en otros sólidos del lugar.
Los estudios también determinaron la presencia de plomo en sangre -en una concentración nociva- en al menos 21 personas de familias que se habían radicado en el predio abandonado, de las cuales tres fueron hospitalizadas y una falleció.
En cuanto a la actuación de la funcionaria, el fiscal explica que era la encargada de efectuar el control sobre las empresas como Nesaglo, "consistente en la respectiva inspección de impacto ambiental, plan de cierre y eventualmente la posterior clausura en tiempo oportuno".
El plomo terminó cobrándose la vida de una de las víctimas intoxicadas. Se llamaba Xiomara Abigail Crespín, era apenas una niña y tenía una elevadísima concentración de ese metal en sangre: 1,98 mg/I (valor de referencia: <0,05 mg/I).
La pequeña ingresó al hospital de la ciudad de Ceres y luego derivada en grave estado al Hospital de Niños Dr. Orlando Alassia de la ciudad de Santa Fe el día 31 de diciembre de 2020. Luego de una prolongrada agonía, falleció el 6 de enero.