Los tres barras sabaleros se encuentran prófugos, con pedido de captura nacional e internacional. Foto: Archivo El Litoral /Pablo Aguirre
Son intensamente buscados por la policía. El asesinato ocurrió el último domingo dentro del bar Fiji, en la Recoleta. Se trata de los hermanos “Quique” y “Nano” Leiva y de “Caqui” Muñoz, tres caracterizados barras del Club Colón.
Los tres barras sabaleros se encuentran prófugos, con pedido de captura nacional e internacional. Foto: Archivo El Litoral /Pablo Aguirre
Juliano Salierno
jsalierno@ellitoral.com
Tres barrabravas de Colón están siendo intensamente buscados por la policía, por su vínculo con el crimen de Walter González Montaner, ocurrido el último domingo dentro del bar Fiji, en la Recoleta santafesina.
La Sección Homicidios de la Unidad Regional Uno extendió para Juan Abel Leiva -apodado Quique-, su hermano Orlando Miguel Leiva -apodado Nano- y para Jorge Alberto Muñoz -apodado Caqui-, el pedido de captura nacional e internacional, hasta tanto se despejen las dudas que contra ellos pesan en cuanto a la participación del homicidio.
Aunque desde la institución rojinegra intentaron despegarse diciendo que “no son socios” desde comienzos de año dos de ellos y un tercero desde 2008, también se encuentra acreditado que un alto dirigente sabalero visitaba a los hermanos Leiva durante su última estadía en la cárcel de Coronda, e incluso habría formalizado una propuesta para que uno de ellos consiguiera el permiso de salidas laborales en una remisería.
En sede judicial, el caso está siendo investigado por el juez de Instrucción Séptima, Diego de la Torre y el fiscal Nº 7, Jorge Andrés, quienes se encuentran a la espera del sumario prevencional para comenzar a judicializar las declaraciones de implicados y testigos.
Lo cierto es que los presuntos autores del hecho cuentan con frondosos antecedentes penales, entre los que se destacan homicidios; pero además portación y tenencia de arma de guerra, atentado y resistencia a la autoridad, daño, lesiones, hurto y hasta intento de evasión.
“Quique”
El más complicado de los tres es Quique Leiva, quien a sus 33 años gozaba del “régimen de libertad condicional” desde el 3 de julio último. Juan Abel Leiva (Quique) fue condenado el 2 de noviembre de 2010, a 8 años de prisión por un hecho ocurrido el 13 de julio de 2008, cuando mataron a Pablo Cabello.
En 1999 tuvo una entrada por “hurto automotor”; fue absuelto en septiembre de 2005 por el homicidio de Pablo Meriles ocurrido en 2001; y el 29 de septiembre de 2003 intentó escaparse de la cárcel cuando estaba preso por otro delito que no fue especificado.
Quique Leiva fue sobreseído, luego de que le declararan la “falta de mérito” por el homicidio de Maximiliano Aguirre, a fines de 2007; y estuvo implicado en una causa por “tentativa de homicidio y portación de arma de fuego” de 2008.
Además, cuenta con causas por “desobediencia” y “atentado y resistencia a la autoridad” dentro de la cárcel.
El “Nano”
Su hermano mayor, Nano Leiva, de 38 años, salió con “libertad asistida” de Coronda, el 6 de enero de 2012, seis meses antes del vencimiento de la pena fijada para el 6 de julio del mismo año.
Había sido condenado el 10 de junio de 2008 a 2 años de prisión más declaración de reincidencia, por el delito de tenencia de arma de guerra. Pero esa misma sentencia se unificó en una pena de 5 años de prisión por su participación en un homicidio en 1995.
El 28 de septiembre de 1998 un juez de Sentencia lo condenó a 8 años de cárcel y la Cámara de Apelación Penal le redujo la pena a 5 años por “homicidio simple”.
Actualmente figura como imputado en una causa por “portación de arma de fuego” del 18 de junio de 2012. Esa fue la última vez que estuvo preso, según registros oficiales.
El “Caqui”
En cuanto a Jorge Alberto Muñoz, su prontuario es mucho menos escabroso que el de sus antecesores. El Caqui, de 40 años, tiene una causa en trámite por “atentado y resistencia a la autoridad, lesiones dolosas y daño agravado del 19 de abril de 2013”; y fue identificado en marzo de 2013 por infracción al Código de Faltas por “reventa de entradas”. El 28 de agosto de 2011 le iniciaron otra causa por “daño”.
Entre otros ilícitos cuentan “tenencia de arma de guerra y portación de arma de fuego”, un caso de “hurto calificado” en la ciudad de San Justo en 2002 y otras faltas como “molestias por ebriedad” en al menos dos oportunidades.
El lunes feriado se llevó a cabo una inspección judicial del lugar -25 de Mayo y Santiago del Estero-, en la que quedó arrestado el dueño del boliche, que al día siguiente recuperó la libertad. Foto: El Litoral
El dato Alitas de mosca.
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