El Litoral | sucesos@ellitoral.com
La víctima tenía 42 años. Recibió tres tiros a quemarropa. No hay detenidos.
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En la noche del lunes, una plazoleta de barrio Escalante fue escenario de un grave hecho de sangre, el que terminó con la muerte de un hombre.
Todo ocurrió en la zona de San Jerónimo al 5400 cuando, poco antes de la medianoche, se escucharon varias detonaciones de arma de fuego.
Segundos después, un hombre quedaba tirado en medio de los pastizales, mientras otros dos escapaban del lugar a bordo de una muy maltrecha motocicleta.
Los ocasionales testigos dieron cuenta de lo ocurrido al 911, que de inmediato envió varios patrulleros.
Ni bien arribaron los uniformados, pidieron la asistencia de una ambulancia para trasladar al herido.
El infortunado fue identificado como Marcelo Carabajal. Tenía 42 años y desde hace tiempo regenteaba un modesto kiosco, ubicado en el mismo sector donde se produjo la agresión.
Carabajal presentaba tres impactos de bala. Dos en el rostro y el restante en el tórax. Pese a los esfuerzos que se hicieron, el nombrado dejó de existir en el trayecto hacia el hospital.
Una mujer entrevistada por los policías fue quien suministró algunos pormenores del suceso. Según su relato, momentos antes dos hombres se encontraban sentados junto a las mesas ubicadas frente al kiosco, tomando una cerveza. Cuando Carabajal arribó al lugar, los hombres fueron a increparlo y se inició una fuerte discusión.
En dicha circunstancia, uno de los sujetos sacó un arma de fuego (sería una pistola calibre 11.25), con la que disparó a quemarropa contra el mencionado.
Concretada la criminal acción, sus autores se alejaron a bordo de una moto con rumbo incierto.
Lo ocurrido fue puesto en conocimiento del fiscal de Homicidios, doctor Jorge Nessier, quien dispuso la intervención de los agentes de la PDI.
Hasta el momento no queda claro si Carabajal fue víctima de un asalto, o si se trató de un hecho de otras características.