Carlos Retamal
Así lo reveló la autopsia realizada en el Instituto Médico Legal. El fiscal se reunió con familiares de la víctima y pidió que respeten su intimidad.
Carlos Retamal
Casi 24 horas después de una multitudinaria manifestación en la unión de avenida Alberdi y bulevar Rondeau por el asesinato de un arquitecto de 34 años, ocurrido a menos de 200 metros en los primeros minutos del miércoles, se conocieron algunos de los datos obtenidos en la autopsia.
Voceros de la investigación indicaron que las heridas de arma de fuego que tenía en el cuerpo eran de dos armas diferentes. La que recibió en el pecho (con orificio de entrada y salida) se corresponde a un proyectil calibre 40; mientras que la que tenía en la zona inguinal era calibre 38.
Este dato complica más la situación de las dos personas que, en principio, cometieron el asalto y muerte del arquitecto Joaquín Pérez, ya que si bien faltan algunas pericias, se infiere que fueron ambos los que lo atacaron a tiros.
Además, se conoció que ya se hicieron algunas pericias preliminares al arma calibre 40 que fue incautada en el auto de la víctima, un Renault Clio 1.2 modelo 2006, que fue hallado con las llaves puestas y el motor encendido (primero se había indicado que las llaves estaban tiradas dentro del rodado). No se dieron a conocer los resultados de dichas pericias, pero todo apunta a que sería una de las dos armas utilizadas por los homicidas.
El arma calibre 40 pertenecía a un hombre, fallecido hace poco más de 5 años, a quien se la habían robado de una vivienda que tenía en un pueblo del departamento Iriondo, hecho que según indicaron sus familiares a investigadores del caso, no habría sido denunciado.
Reunión en Fiscalía
En la mañana de este viernes 22 de octubre, casi 12 horas después de la multitudinaria marcha realizada en el inicio de avenida Alberdi y de bulevar Rondeau en al cual, primero con aplausos y luego al grito de "Que se vayan todos, que no quede ni uno solo", casi 8 mil personas manifestaron su bronca no solamente por lo sucedido a menos de 200 metros sino por la ola interminable de inseguridad que azota a Rosario desde hace meses, el fiscal Adrián Spelta se reunió en la sede de Fiscalía, junto a la fiscal regional, María Eugenia Iribarren, con la familia de Joaquín Pérez.
Según indicaron desde la oficina de prensa y comunicación institucional de la Fiscalía Regional 2ª, la familia mencionó «con gran pesar el dolor que generó la viralización de videos relacionados al homicidio» en donde se observa a la víctima momentos después de ser herida, como así también la utilización en medios de comunicación y redes sociales de fotografías privadas de la víctima donde se expone junto a su hija (menor de edad) y en su casamiento, fotos que se encontraban en la red social Facebook en modo de acceso privado.
Sobre este tema, se indicó que la fiscalía abrió de una investigación penal en relación a la filtración de dichos videos que se encontraban en el marco de evidencia a preservar para la investigación en curso.
Además, mediante un comunicado, la Fiscalía Regional 2ª pidió el "cese de la reproducción de dichos videos y la exposición de fotografías personales de la víctima y su familia en los diferentes medios de comunicación y sus redes sociales".
Asalto mortal
Joaquín Fernando Pérez, de 34 años, fue sorprendido cerca de las 23 del martes 19 de octubre por dos personas que llegaron en una moto, cuando estaba por guardar su auto en una cochera de pasaje Muñiz al 1200, a menos de 100 metros de su vivienda (ubicada en Juan B. Justo al 1700).
En circunstancias todavía no muy claras, recibió dos disparos de arma de fuego, uno a la altura del tórax y la restante en la zona inguinal, y salió corriendo rumbo a su casa, en busca de auxilio.
A su auto, que quedó sobre pasaje Muñiz, se lo llevaron los homicidas y fue hallado un rato más tarde en inmediaciones de Olivé y pasaje Flynn, con un arma calibre 40 en su interior, el motor encendido y uno de los vidrios astillado.
Por su parte, la víctima llegó corriendo hasta la puerta de ingreso al pasillo donde residía, y cayó gravemente herido. Fue auxiliado por familiares y vecinos, y un rato más tarde fue socorrido por personal médico del Sies, que lo trasladó hasta el hospital de emergencias, donde falleció en los primeros minutos del miércoles 20.
El jueves, casi 24 horas después del crimen, casi 8 mil personas se congregaron para pedir el rápido esclarecimiento del asesinato, reclamar justicia, más seguridad, que los políticos se ocupan de los problemas de la gente, y que las fuerzas policiales se pongan a patrullar en los barrios y no a seguir haciendo operativos en corredores seguros o avenidas, que parecen ser más puestas en escena para fotografiar que acciones para combatir el delito.
Aunque también se escuchó en varias oportunidades una frase que viene siendo repetida casi desde comienzo del milenio: "que se vayan todos".