Juliano Salierno
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Los abogados del “Tata” vaticinaron una “pandemia judicial”.
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“Estoy convencido de que el Dr. Omar De Pedro no está actuando con la prudencia, estilo, mesura e imparcialidad que debe exhibir un fiscal del MPA en el ejercicio de su función”, escribió el abogado Luis Hilbert en el escrito de apelación de la prisión preventiva de su pupilo, el ex boxeador Carlos “Tata” Baldomir. No obstante, el letrado dejó en claro que considera que “no existe mala fe” ni “segundas intenciones” de parte del fiscal al que enfrenta en el litigio.
Las afirmaciones forman parte de un extenso recurso de apelación, presentado ayer y al que tuvo acceso El Litoral, que centra su crítica en la ausencia de una prueba fundamental para un presunto caso de abuso sexual de un menor de edad, como lo es la entrevista en Cámara Gesell.
El mundialmente reconocido boxeador santafesino, Carlos Baldomir, quedó detenido el viernes 18 de noviembre en Junín, provincia de Buenos Aires, tras una orden judicial solicitada por el Ministerio Público de la Acusación, a partir de una denuncia por presunto abuso sexual contra su hija de 14 años. La semana pasada se realizaron las audiencias imputativa y cautelar, ésta última con el dictado de la prisión preventiva para el púgil.
En la Cámara
Ahora la defensa apuesta a la segunda instancia, para lo cual presentaron un recurso de apelación y nulidad, también suscripto por el Dr. Luis Federico Hilbert. Allí cuestionan que se haya otorgado “veracidad a los dichos de la menor”, con la mera declaración de ésta ante una psicóloga del Centro de Orientación de Violencia Familiar y Sexual de la Policía, en una entrevista “de contención”.
“No es ajustado a derecho”, criticaron, argumentando que “dicha entrevista no cumple con ningún protocolo, ya que no se sabe el lugar donde fue desarrollada, el tiempo de duración, no existe filmación de la misma, etc.”.
Además de cuestionar a los fiscales (el Dr. De Pedro trabajó junto a la fiscal María Lucila Nuzzo), la defensa atacó la resolución de la jueza Sandra Valenti, al considerarla “arbitraria”. “El razonamiento de la jueza resulta un absurdo”, afirman en el escrito de referencia.
Elementos serios
Para los defensores, la acusación se basa en la denuncia radicada el 29 de octubre por la madre de la víctima, la cual “en ningún momento dice haber visto alguno de los hechos narrados por su hija”.
En ese sentido reconocieron que “es lógico y legal que las actuaciones deben comenzar con una denuncia de un mayor (pariente o no) de la presunta víctima” pero “no se puede tomar como único elemento incriminatorio”.
Por otra parte, los abogados expresaron agravios “porque tanto el fiscal como la jueza atribuyeron a nuestro defendido una calificación legal que no condice con los elementos probatorios (reales) obrantes” en la causa.
“El fiscal no cuenta con elementos serios o verosímiles para iniciar fundadamente una investigación” y mucho menos “cuenta con pruebas fundantes para solicitar la prisión preventiva”, reiteraron.
Efecto dominó
Sin dudas uno de los pasajes más jugosos del texto se presenta cuando los abogados anuncian la inminencia de una “pandemia judicial penal”. Para los Hilbert con los fundamentos de la resolución de prisión preventiva “se estaría haciendo lo posible para instalar en nuestro sistema judicial una nueva pandemia”.
Comparó lo ocurrido en el caso Baldomir con otros campos del derecho como en el caso de “los accidentes de tránsito (con los denominados “Caranchos”) y también en los reclamos por accidentes de trabajo o enfermedades laborales contra las Aseguradoras de Riesgo de Trabajo (ART)”.
En este sentido, “con la práctica fiscal que se utiliza, sin control alguno, cualquier persona está hoy sujeta a ser privada de su libertad”.
También interpeló a la Cámara Penal para que “ponga límites”, de lo contrario “se podría dar un efecto dominó, donde muchos tratarán de obtener grandes beneficios de una manera rápida y fácil con este tipo de denuncias”, afirmaron.