Delfino viajó a la Argentina para declarar por la venta de la casa del country
“Resulta pueril pensar que habiendo ganado el dinero en actividad lícita en los países más controlados del mundo, va a venir a la Argentina a cometer un delito y a favorecer a un narcotraficante barrial”, dijo su abogado Néstor Oroño.
Guillermo Di Salvatore El basquetbolista ingresó a tribunales a las 9.45 del miércoles y salió tras casi una hora de audiencia indagatoria.
Carlos Delfino cortó la semana de entrenamientos en el Fortitudo de Bologna, que participa de la Serie A2 del básquetbol de Italia, para viajar a la Argentina a prestar declaración indagatoria por la presunta comisión del delito de “lavado de activos de origen ilícito” ante el Juzgado Federal N° 2 del Dr. Francisco Miño. El santafesino de 36 años, ex NBA y uno de los jugadores destacados de la Generación Dorada que ganó los Juegos Olímpicos de Atenas en 2004, se puso a derecho este miércoles cuando a las 9.45 de la mañana se bajó de una camioneta BMW blanca y con vidrios polarizados para atravesar la puerta de los tribunales de calle 9 de Julio y Monseñor Zazpe. Allí lo aguardaba su abogado defensor, Néstor Oroño, quien una hora después explicó a los medios lo ocurrido durante la audiencia.
Si bien el basquetbolista no hizo declaraciones, se paró frente a las cámaras a la salida del juzgado, posó para las fotos y desvió el rumbo por calle M. Zazpe hacia el oeste. Su defensor Oroño en cambio, enfrentó los micrófonos para dar un pantallazo de lo ocurrido puertas adentro, donde debió explicar las circunstancias en la cual se produjo la venta de una casa del barrio privado El Paso de Santo Tomé, al narcotraficante Vicente Matías Pignata y su esposa Elizabet Yanina Campos, quienes se radicaron en la mansión a fines de 2017.
“Descabellado”
“Prestó declaración. Explicó su situación, en primer lugar negando haber querido colaborar con un delito ajeno, menos aún haber querido cometer un delito él”, lanzó Oroño. “Lo explicó muy brevemente y mi trabajo va a ser acreditar con la documentación que Carlos Delfino hijo (su padre declaró la semana pasada) no era el propietario del inmueble, sino que tenía ciertos derechos, porque en realidad el inmueble era titularidad de una sociedad radicada en Uruguay y así lo adquirieron de sus anteriores propietarios”. Aclaró que “el esquema societario, que equivocadamente se les atribuye haber armado, es lícito y fue armado por los anteriores propietarios”.
Si bien es de público conocimiento la fortuna que amasó Delfino como jugador de básquet profesional en su ya dilatada carrera, “lo dijo ante el juez; él ganó el dinero en países que tienen los más estrictos controles en cuanto al origen, la gestión y las inversiones, resulta casi descabellado, pueril -lo dijo con estas palabras-, pensar que habiendo ganado el dinero en actividad lícita en los países más controlados del mundo, va a venir a la Argentina a cometer un delito y a favorecer a un narcotraficante barrial”, puntualizó el defensor.
A pedido de los periodistas, Oroño volvió sobre la sociedad uruguaya que es dueña de la denominada “unidad funcional 343” de El Paso, la cual “reconocía un anterior propietario” que fue “la persona que había diseñado el esquema societario. Es decir que cuando Delfino adquiere el inmueble no lo hace de la persona sino del paquete accionario de la sociedad radicada en Uruguay donde tiene toda la fiscalización y controles”.
Regresa a Italia
A propósito de los pasos a seguir, el abogado dijo que “quedó sujeto al devenir y las alternativas de la causa, con el compromiso que si fuese requerido se tiene que presentar, para lo cual constituyó domicilio y fijó una caución juratoria”. Asimismo confirmó que en las próximas horas regresa a Italia “porque tiene compromisos profesionales” con el club que lo contrató en febrero último.
Por otra parte, el abogado destacó que “resulta impensado que Delfino haya cometido o colaborado en la comisión de un delito ajeno”. Y sostuvo que el acercamiento con el matrimonio Pignata-Campos “fue un hecho fortuito”. “Todos saben los problemas que tuvo Delfino que fue víctima de un robo (en 2017) por lo cual decidió mudarse y la casa se puso en alquiler o venta, negociación que manejó el padre de Delfino como apoderado y apareció este señor Pignata y la señora Campos y por esas casualidades terminó cerrando con ellos, pero no hubo ni un trato previo ni posterior”.
También se explayó sobre la supuesta compra-venta de la casa, a la que definió como “una operación de plazo” bajo “la forma de alquiler con opción a compra”, que “se perfecciona en el tiempo si termina de cumplir con sus obligaciones como inquilino y pretendido adquirente”.
Por último, Oroño se mostró sorprendido porque de la indagatoria “surge que este señor Pignata realizó un sinnúmero de operaciones, diríamos unas 30 operaciones entre vehículos e inmuebles, y me llama poderosamente la atención que no se conocen las demás personas que operaron comprándole inmuebles y autos. Me pregunto si la fama bien ganada y el dinero que tiene Delfino lo hacen depositario de obligaciones legales que no tiene el resto de las personas que habrían contratado con Pignata”. “¿Por qué este escarnio contra Delfino?”, se preguntó el abogado quien sostuvo que mientras tanto “las demás personas permanecen en un halo de impunidad”.
Guillermo Di Salvatore ¿Por qué este escarnio contra Delfino? , se preguntó su abogado, que apunta a demostrar la inocencia de su pupilo.
"¿Por qué este escarnio contra Delfino?", se preguntó su abogado, que apunta a demostrar la inocencia de su pupilo.Foto: Guillermo Di Salvatore
Allanamientos, detenidos y pedido de captura
Los Delfino quedaron ligados a la figura del narco Vicente Pignata luego de que trascendiera que el dos veces prófugo de la Justicia se radicó junto a su familia a fines de 2017 en la casa de El Paso, que otrora ocupara la estrella del básquetbol. El 13 de marzo pasado la Policía Federal realizó una serie de allanamientos que incluyeron la mansión del barrio cerrado y una finca en la provincia de Mendoza, en base a un pedido de detención de Pignata, solicitado por el Fiscal Federal N° 2, Walter Rodríguez.
En el mismo acto, el representante del Ministerio Público Fiscal solicitó la indagatoria por el delito de blanqueo de capitales de origen en el narcotráfico para la esposa de Pignata, Elizabet Yanina Campos, la cual quedó finalmente tras las rejas el 22 de marzo; y para el padre de ésta y yerno del primero, Ramón Darío Campos, quien quedó privado de la libertad el mismo día de los allanamientos.
Juntamente con el grupo Pignata-Campos, la fiscalía solicitó la indagatoria para Carlos Daniel y Carlos Francisco Delfino, por haber facilitado a Pignata un esquema societario clave para concretar el lavado. El mayor de los Delfino ya había pasado por tribunales el miércoles 20 de marzo y restaba la presencia de su hijo, quien tras ponerse a disposición de la Justicia Federal, regresó a Italia.