El Tribunal Oral Federal impuso pena de 4 años y 6 meses de prisión para un joven misionero que llevaba más de 7 kilos de droga a Rosario. Fue apresado en febrero de 2018 en Reconquista.
Luis Cetraro Una mochila y una foto, claves para condenar a Leandro Nahuel Borja (izq.)
23:20
El Tribunal Oral Federal (TOF) de Santa Fe condenó a cuatro años y medio de prisión y multa de $ 280.800 (52 unidades fijas) a Leandro Nahuel Borja, un joven de 23 años, oriundo de Misiones pero radicado en el sur de nuestra provincia, desde donde regenteaba un floreciente emprendimiento personal basado en la comercialización de estupefacientes.
La sentencia fue dictada este miércoles por el juez Luciano Lauría -tribunal unipersonal-, al cabo de un debate oral y público realizado el mismo día, por el cual pasaron 13 testigos y se proyectaron imágenes que pusieron en jaque la estrategia defensiva del acusado.
Para el magistrado, Borja resultó autor por el delito de “transporte de estupefacientes” (art. 5 inciso “C” de la Ley N° 23.737), al considerar probada la acusación formulada por el fiscal federal de Reconquista, Roberto Salum durante la instrucción; y sostenida durante el debate por el fiscal general Martín Suárez Faisal, quien solicitó 5 años y 6 meses de cárcel.
El joven Borja, asesorado por el abogado Federico Kiener, pidió declarar y negó rotundamente su responsabilidad ante los presentes en la sala. Desmintió que la mochila en la que fueron hallados 7,341 kilos de marihuana fuera suya e intentó menoscabar la declaración de testigos que lo comprometían diciendo que ya estaba en el colectivo cuando él subió.
Fotos clave
Sin embargo, al cabo de su declaración, la fiscalía solicitó la exhibición de una serie de fotos que fueron tomadas con el teléfono celular del propio imputado, el cual fue secuestrado al momento de su detención, el 26 de febrero de 2018 en Reconquista. Allí se lo veía a Borja, en un departamento y junto a su novia, momentos previos a emprender un viaje al norte del país, donde aparecía la misma mochila en la que fue hallada la droga.
Según los investigadores, Borja subió a un micro de la empresa Río Uruguay en Puerto Iguazú y desde allí recorrió buena parte del país, con destino a la terminal de Rosario. Durante el trayecto y como para ocupar el tiempo ocioso, el joven narco aprovechó la oscuridad de la noche para armar las denominadas “bochitas” de marihuana. Para ello debió sacar uno de los panes que llevaba envuelto con cinta de embalar marrón y lo comenzó a fraccionar, colocando el producido dentro de un guante de lana.
Luis Cetraro El juicio se celebró este miércoles en los tribunales federales y estuvo a cargo del juez Luciano Lauría.
El juicio se celebró este miércoles en los tribunales federales y estuvo a cargo del juez Luciano Lauría. Foto: Luis Cetraro
Perro policía
Pero de repente ocurrió lo inesperado. En el camino el micro se detuvo y alzó a un grupo de pasajeros, uno de los cuales le reclamó el asiento que estaba ocupando. En el apuro, dejó caer el ladrillo, que quedó debajo del asiento de su acompañante. Otros pasajeros advirtieron la maniobra y avisaron al chofer, que en ese momento estaba a punto de ingresar a la terminar de Reconquista.
Una vez allí, personal del Comando Radioléctrico local subió al micro para inspeccionarlo y al cabo de unos minutos convocó a la Brigada Operativa Antinarcóticos (BOA N° 9) de la misma jurisdicción. Luego, el procedimiento quedó en manos de la delegación Reconquista de la Policía Federal, que identificó el equipaje sospechoso a través del perro “Boris”.
No era “mula”
Sin embargo, hasta ese momento nadie se hacía cargo de la mochila color naranja y azul donde estaba la droga, hasta que una pasajera apuntó contra el muchacho, vestido de camisa celeste y pantalón de jean. Otros testigos coincidieron en el especial cuidado que el sospechoso puso durante el viaje en ese equipaje del que a la postre trató de desprenderse.
Según se cree, Borja no fue contratado para hacer el viaje como “mula”, sino que aprovechando sus conocimientos de la zona norte -es oriundo de El Dorado-, decidió iniciar el negocio personal, al colocar él mismo la droga en el mercado de consumidores del sur provincial. Éstas especulaciones se desprenden de la transcripción de mensajes hallados en su celular, donde se muestra a las claras que era algo más que un simple eslabón en la cadena.
En total se incautaron 8 panes de marihuana, la suma de $ 24.800, un documento de identidad perteneciente a un tercero y 26 cartuchos calibre 32. Los fundamentos se conocerán el próximo miércoles 19 de febrero.