En San José del Rincón los delincuentes imponen su ley y, hasta el momento, nada parece detenerlos.
La víctima es un humilde jornalero a quien le robaron y faenaron un ternero. Acudió a la policía pero la ayuda nunca llegó.
En San José del Rincón los delincuentes imponen su ley y, hasta el momento, nada parece detenerlos.
La prueba de esta situación es lo que le pasó a Víctor Arteriza (39), un humilde jornalero que fue víctima de un grupo criminal y despiadado.
Si bien se define como “rinconero”, Arteriza hace tres años se estableció en la zona de calle Las Sombras y el terraplén (altura del ex Club de los Viales) donde, con troncos y algunas chapas, levantó una precaria construcción.
En dicho lugar se dedica a la cría y el cuidado de animales, como así también a la elaboración de artesanías en cuero.
Arteriza llevaba una vida apacible y sin mayores sobresaltos. Pero esto fue así hasta la mañana del martes, cuando todo cambió de manera dramática.
Robo y faena
Eran cerca de las 10.30 cuando un grupo de malvivientes robó un ternero, que era propiedad de Arteriza.
* “Apenas me doy cuenta me pongo a buscarlo y al mediodía lo encuentro. Lo estaban faenando acá cerca, a unos 300 metros”, dijo el sufrido jornalero en diálogo con El Litoral.
“Me voy hasta la comisaría y cuento lo sucedido, pero no me dieron bolilla. Me mandaron a Los Pumas (guardia rural). En Los Pumas me hicieron esperar tres horas hasta que me tomaron la denuncia. Cuando finalmente vinieron ya no había más nada”, agregó.
Tiros e incendio
Pero los males de Arteriza no terminaron con el robo de su ternero. Sino que poco después ocurrió lo peor.
* “Ese martes a la tarde yo estaba con unos amigos por tomar unos mates cuando de repente aparecieron seis tipos, en varias motos. En el grupo había también una mujer. Comenzaron a gritar ‘¡ les tiramos desde acá !’ Entonces yo a mis amigos les dije ‘váyanse porque nos van a |cag... a tiros’.
Enseguida bajaron del terraplén y llegaron hasta acá. Primero le pegaron a un vecino y le quemaron su rancho. Y después quemaron el mío, aunque antes me robaron también una piragua”.
En cuanto a los agresores señaló que “son todos de acá cerca. Viven robando y haciendo desastres. Lo que molesta es que cuando uno va a la policía y hace las cosas bien, entonces ellos se la cobran. Lo quieren matar a uno”, se quejó.
Pese a la gravedad de los hechos el hombre asegura que no se va a ir del lugar.
* “Ahora estoy tratando de reconstruir todo. De a poco estoy consiguiendo algunas cosas. Lo material se recupera. Lo que más me duele es que dentro del rancho había una perra amamantando a sus crías. Murieron todos...”, cerró.
Pedidos de captura
Consultados al respecto, fuentes de la Fiscalía y de la policía aseguraron que los investigadores ya cuentan con los datos de, al menos, dos de quienes participaron en este grave incidente. En virtud de ello se emitieron sendos pedidos de captura y no se descarta que en las próximas horas se realicen algunos allanamientos en la zona.