La policía de la Unidad Regional XV, junto con personal de Prefectura Naval y con apoyo de la Policía de Seguridad Rural Los Pumas, buscan a un adolescente que desapareció en las aguas del Río Coronda, pasadas las 20 del jueves.
Cerca de las 20 del jueves, una vecina dio el alerta: un chico se tiró al agua, al rato comenzó a pedir auxilio, desapareció y no se lo vio más sobre la superficie. A partir de allí, se montó un operativo de búsqueda de emergencia.
La policía de la Unidad Regional XV, junto con personal de Prefectura Naval y con apoyo de la Policía de Seguridad Rural Los Pumas, buscan a un adolescente que desapareció en las aguas del Río Coronda, pasadas las 20 del jueves.
Según se supo, cerca de las 20.20 una vecina se comunicó con el Comando Radioeléctrico e informó que, mientras estaba en su casa, en el norte costero de Coronda, a la altura de Punta del Este, escuchó gritos desesperados y vio que un joven se sumergía en el río y no aparecía más.
Ante esto la policía pidió inmediata colaboración a personal de Prefectura Naval y de la Policía de Seguridad Rural Los Pumas para comenzar de manera urgente rastrillajes con sendas embarcaciones. Debido a esto, el camino costero Monseñor Caggiano se encontraba cortado en horas de la noche.
En principio -ya que no fue confirmado oficialmente- se trataría de un joven de Barrio Guadalupe, ubicado a unos 800 metros de la costanera, de entre 16 y 18 años, quien estaba con otros amigos que se iban retirando cuando el chico se tiró.
Continúa la búsqueda, pero la oscuridad reinante la noche juega muy en contra. El sector tiene unas especies de tapias, por lo que el rastrillaje también se centraría por debajo de esa línea.
Alejandro, que presenció el momento, comentó a El Litoral que su padre fue quien se tiró al río para socorrer al adolescente.
"Frente a la casa de la costa, mi mamá llamó a la policía y mi papá se tiró al río para salvarlo. Estaban pescando mojarritas. Mi papá estaba de un lado del alambrado y los chicos del otro, sobre la costa. Así que vieron todo. Los chicos se iban, y uno se tiró de la lanchera al agua a refrescarse, para nosotros es algo normal, lo vemos todos los días y los chicos mayormente saben nadar. El pibe se tiró, luego salió como flotando aguas abajo, pegó dos o tres manotazos, los otros chicos le pidieron a mi papá que lo sacara porque no sabía nadar. Mi papá se tiró, estaba a unos 15 metros, pero no llegó, del otro lado, donde está la rotonda y el faro, ahí hay tapias y desde ahí no lo vimos más, y ya era nochecita, muy triste todo", narró el testigo.
El 16 de setiembre pasado, un kilómetro hacia el sur, un hombre de 69 años murió ahogado cuando una embarcación cargada con 11 personas se dio vuelta en el medio de una noche con clima adverso.
Cabe destacar que no existe un balneario habilitado en ningún momento del año en ese sector por la irregular superficie del lecho del río.
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