Familiares, amigos y compañeros de la fuerza le dieron el último adiós a César Carmona, el inspector de Policía que fue asesinado frente a la sede de la Agencia de Investigación Criminal de Rosario.
Familiares, amigos y compañeros de la fuerza acompañaron la inhumación de los restos de César Carmona. En las últimas horas hallaron el auto en el que habrían huido los sicarios que asesinaron de al menos 13 disparos al oficial de la Agencia de Investigación Criminal.
Familiares, amigos y compañeros de la fuerza le dieron el último adiós a César Carmona, el inspector de Policía que fue asesinado frente a la sede de la Agencia de Investigación Criminal de Rosario.
“No puedo expresar más que el dolor y la situación de angustia para el personal policial”, sostuvo el responsable de la Unidad Regional II de Rosario, Daniel Acosta, presente en el sepelio de Carmona.
Entre las personas que se acercaron estuvo el jefe de la URII, Daniel Acosta, quien destacó que la situación genera “angustia y dolor” entre los agentes de seguridad. “No puedo expresar más que el dolor, la situación de angustia para el personal policial. Cabe destacar que la fuerza no tiene miedo, tiene angustia, preocupación y la responsabilidad y obligación que les toca de ponerse el uniforme todos los días”, resumió Acosta.
Personal de la Agrupación Cuerpos de la UR II de Policía halló en la madrugada de este sábado en la zona noroeste de Rosario un automóvil en el que habrían huido los sicarios que asesinaron de al menos 13 disparos al oficial de la agencia de Investigación, Criminal César Carmona (AIC), la tarde del jueves frente a la sede policial de Lamadrid al 500.
El hallazgo de un VW Gold Trend color gris se produjo esta madrugada en Grandoli y Caracas, en la zona noroeste de Rosario, y en inmediaciones de la ruta nacional 34, según indicaron fuentes policiales.
Una amenaza previa a la Agencia de Investigación Criminal (AIC) de Rosario que advertía sobre “matar policías, juez y fiscales” y un intento de robo son dos de las hipótesis sobre el homicidio del empleado policial César Carmona, asesinado en el ingreso de su lugar de trabajo.
Voceros de la investigación dijeron a Télam que, si bien el fiscal del caso, Alejandro Ferlazzo, no descarta ninguna hipótesis sobre lo ocurrido con el inspector de 50 años, un posible robo o la concreción de una amenaza previa forman parte de las líneas de la pesquisa.
De acuerdo con los primeros pasos de la investigación, los agresores cruzaron su auto delante del vehículo del policía, bajaron y le dispararon 13 veces. Las pericias determinaron que 9 municiones dieron en el cuerpo del inspector, que murió un rato más tarde en un hospital público de esta ciudad al que fue trasladado en forma particular.
El crimen generó un shock en la comunidad y en los estamentos policiales, judiciales y políticos, porque a pesar de la alta tasa de homicidios que desde hace una década posee Rosario, son infrecuentes los asesinatos de policías y menos en su lugar de trabajo.
Veinte días antes del homicidio de Carmona, el frente de la sede de la AIC fue baleado por un joven que se movía en moto y dejó un cartel intimidatorio que decía: “Nico Camino, Eri Masini y fiscal Ederik dejen de matar gente inocente o si no vamos a matar policías, juez y fiscales” (sic).
Nicolás Caminos y Erik Masini son dos presos vinculados a la barrabrava del club Newell’s Old Boys que, además, lideran células de la violenta banda narco “Los Monos”, y que mantienen una disputa territorial con otros lugartenientes de la misma organización criminal.
El mencionado en la nota como “Ederik” es el fiscal Matías Edery, de la Agencia de Criminalidad Organizada y Delitos Complejos. Una de las hipótesis que siguen los investigadores del crimen del inspector Carmona es la posible concreción de la amenaza.
Por la balacera a la sede de la AIC, ocurrida el 25 de agosto luego de una nueva condena al jefe de “Los Monos”, Ariel “Guille” Cantero, fue imputado un joven identificado como Lautaro Núñez.
En la audiencia en la que fue acusado dijo que fue contratado por “un preso de Ezeiza”, donde está alojado, entre otros, “Guille” Cantero, quien ofrecía 400.000 pesos por la balacera, recordaron fuentes judiciales.
Otra hipótesis sobre el homicidio del policía es que se haya tratado de un robo, algo que parecía descartado. Un vocero judicial dijo a Télam que se investiga si los atacantes se llevaron “una mochila o un bolso” del automóvil de la víctima.
Las fuentes precisaron que cuando llegó a la sede de la AIC, Carmona venía de prestar servicio adicional en una “cueva” financiera del centro de Rosario.
La fiscal Regional de Rosario, María Eugenia Iribarren, sostuvo que “es un hecho gravísimo por sus características, la víctima, el lugar y el contexto”.
“Más allá de que cada muerte es importante, esta tiene características particulares por la víctima, el lugar y el contexto", dijo en declaraciones radiales, para agregar que no descartan hipótesis y trabajan “sobre todas las líneas investigativas buscando dar una respuesta inmediata”.
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