Domingo 25.4.2021
/Última actualización 19:07
Era buscado por el crimen de un joven en una fiesta clandestina en Alto Verde y lo detuvieron en Puerto Deseado, Santa Cruz. Luego de que la fiscalía de Homicidios solicitara su extradición, fue imputado en la capital santafesina este sábado por el homicidio de Nicolás Gabriel González.
La fiscal Ana Laura Gioria está a cargo de la causa que investiga el homicidio de González, que tuvo lugar la madrugada del sábado 27 de febrero. El primer imputado por el "homicidio calificado por el empleo de arma de fuego" fue Fabricio Nicolás Zapata (24), en una audiencia realizada el lunes pasado, y quedó en prisión preventiva según lo dispuesto por la jueza Sandra Valenti.
Para entonces Patricio T. (24) ya había sido detenido en Puerto Deseado, y se había solicitado su extradición para que quedara a disposición de la justicia santafesina. Tras la atribución delictiva, se solicitó audiencia para tratar las medidas cautelares.
La madrugada del sábado 27 de febrero, alrededor de las 3.30, un móvil policial fue consignado a una finca ubicada en la manzana 7 de Alto Verde, a una cuadra del terraplén, Múltiples llamados a la Central de Emergencias 911 alertando sobre disparos en el lugar, y la presencia de dos heridos de bala.
Cuando los agentes arribaron al lugar vieron un tumulto de personas. Tendido en el piso, boca arriba, estaba González (21), que fue trasladado de urgencia al dispensario local. El joven llegó ya sin signos vitales y a pesar del intento por reanimarlo, ya no había nada que se pudiera hacer para salvarle la vida. Una bala le había perforado el corazón, otra el abdomen, y una tercera le rozó el hombro.
La otra víctima, un adolescente de 17 años, fue trasladado al Hospital José María Cullen donde logró recuperarse del balazo en las costillas que recibió.
Dos testigos presenciales fueron fundamentales para reconstruir cómo sucedieron los hechos, y señalaron quiénes perpetraron el crimen. Así, nombraron tanto a Patricio T. como a Zapata, quienes acabaron con la vida de Emiliano González sin siquiera mediar palabra.
La víctima se encontraba hablando con tres chicas cuando, de repente, el primero lo empujó por la espalda para lograr que se girara. Así, el agresor retiró un revólver de su cintura y le disparó a quemarropa. El proyectil impactó de lleno en el pecho de González, que a pesar de ello continuó de pie.
Fue entonces que, según los testigos, Zapata golpeó en la cabeza a la víctima para que cayera y, ya en el suelo, le propinó varias patadas antes de que su cómplice se acercara y disparara nuevamente, esta vez en el abdomen del muchacho. Inmediatamente después, ambos atacantes salieron corriendo del lugar, mientras el que portaba el arma gritaba "acá nadie vio nada" a la multitud.