El hombre de Gálvez imputado por haber abusado de su hija e hijastra e involucrar animales, quedó en prisión preventiva. Así lo dispuso este lunes el juez penal Octavio Silva, quien destacó los relatos "sin fisuras" y concordantes de ambas víctimas.
Las víctimas son su hija e hijastra, a quienes comenzó a someter a los 7 años. El juez Octavio Silva ordenó la prisión preventiva.
El hombre de Gálvez imputado por haber abusado de su hija e hijastra e involucrar animales, quedó en prisión preventiva. Así lo dispuso este lunes el juez penal Octavio Silva, quien destacó los relatos "sin fisuras" y concordantes de ambas víctimas.
El fiscal Marcelo Nessier atribuyó a José C., de 49 años, la autoría de los delitos de "abuso sexual con acceso carnal (reiterado) y abuso sexual gravemente ultrajante agravados por el carácter de guardador y por la situación de convivencia preexistente", "amenazas coactivas" y promoción de la corrupción de menores", todos en perjuicio tanto de su hija como de su hijastra. Los defensores Sebastián Oroño y Sergio Martín propusieron medidas alternativas a la prisión preventiva solicitada por la fiscalía, pero el juez consideró que las evidencias eran suficientes para ordenar la cautelar de máxima.
"El imputado actuó de forma perversa y sometió a las niñas a prácticas humillantes y degradantes" durante años, destacó Nessier. La primera de ellas fue objeto de los abusos desde 2005 hasta 2012, cuando siendo apenas una adolescente se marchó del hogar. Ese mismo año, la historia comenzó a repetirse con su hermana menor y no cesó hasta mediados de febrero de 2021, cuando la chica "explotó".
Con 7 años
Luego de nueve años de padecimiento, la joven decidió hablar con su madre. Fue luego de que su papá intentara abusar de ella la noche del 15 de febrero, no logrando hacerlo porque una de sus hermanitas estaba en la misma cama. Su relato fue corroborado por su hermana mayor, que estaba al tanto de la situación porque había pasado por lo mismo.
No sólo estaban amenazadas de muerte, sino que José C. también les había dicho que si hablaban iba a asesinar a su mamá, y así él quedaría exclusivamente a cargo de ellas. Tras enterarse de la situación y echar a su marido del hogar familiar, la mujer radicó la denuncia el 23 de febrero, y al otro día la mayor de sus hijas dio su testimonio.
Un mes después, el 23 de marzo, se realizó la entrevista en cámara Gesell a la adolescente, tras lo cual se ordenó la inmediata detención del hoy imputado. Según el relato de ambas, los abusos comenzaron cuando tenían 7 años y fueron escalando en gravedad. Él aprovechaba los momentos en los que la madre trabajaba o dormía para perpetrar sus crímenes, obligarlas a mirar pornografía y someterlas a prácticas sexuales zoofílicas.
"Sus conductas se inscriben en un contexto de violencia de género, en el que impuso su superioridad física sobre las víctimas y menoscabó su normal desarrollo sexual". Al solicitar la preventiva, el fiscal destacó que durante los últimos 15 años José C. "logró el silencio de sus víctimas mediante golpes y amenazas".
"Es mentira"
Durante la audiencia el imputado sostuvo su inocencia, y realizó hincapié en que lo denunciado "es totalmente mentira, yo no hice jamás nada de eso, y menos golpearlas", además "siempre me dediqué a que no les falte nada". Sus defensores, Oroño y Martín, rechazaron el pedido fiscal al considerar que la autoría "no se ha acreditado con el grado de probabilidad requerida".
"Tiene que encontrarse acreditada la existencia de riesgo de fuga o entorpecimiento probatorio a través de circunstancias o evidencias objetivas, no alcanza con la mera pena en expectativa" señalaron, ya que a su entender estos riesgos procesales son inexistentes, y ofrecieron distintas medidas alternativas, resaltando que su cliente "desde febrero no se ha acercado -a la familia-, y tiene arraigo".
Sin embargo estas fueron consideradas insuficientes por el juez Silva, que destacó que si bien "la prisión preventiva no es la regla sino la excepción, ya que es la cautelar más severa" la fiscalía acreditó la necesidad de la misma. También sostuvo que "la defensa articuló su estrategia en sostener que se trata de palabra contra palabra. No obstante ello, debo decir que se equivoca, no solamente contamos con el relato de las víctimas, que por otra parte son concordantes entre ellas y con los testigos, sino que hay evidencias objetivas", entre estas el informe médico y las fotografías de los moretones en las costillas de una de ellas. Por todo esto, decidió ordenar la prisión preventiva.