El gobierno de Guatemala confirmó hoy que detuvo a dos acusados de haber participado del asesinato del cantante y compositor argentino Facundo Cabral, agregó que otros tres sospechosos aún están prófugos y aseguró que el caso “está resuelto“.
Lo informaron el ministro de Gobernación, Carlos Menocal, y la fiscal general, Claudia Paz, en una conferencia de prensa que ofrecieron esta tarde y fue reseñada por el diario guatemalteco Prensa Libre en su sitio web.
“Queremos decirle al pueblo de Guatemala y de la Argentina que hemos resuelto el caso y en 72 horas hemos logrado detener a los responsables de este repudiable acto“, aseguró Paz.
Los funcionarios ratificaron que el ataque no estuvo dirigido a Cabral sino al nicaragüense Henry Fariña, que viajaba junto al cantante en la camioneta baleada en la madrugada del sábado y quedó gravemente herido.
Uno de los capturados es Elkin Vargas Hernández, quien está acusado de haber contratado a los sicarios que perpetraron el crimen y, a juicio de la fiscal general, “dio la orden“ de ejecutar a Fariña, quien conducía la camioneta.
El otro detenido es Wilfred Stockes Arnold, de quien se sospecha que disparó al vehículo en el que Fariña llevaba a Cabral desde el hotel en el que se había hospedado hasta el aeropuerto internacional La Aurora.
Menocal subrayó que los resultados de la investigación se sustentan en bases científicas -la trayectoria de las balas y las huellas dactilares- y una prueba documental, aportada por cámaras de vigilancia.
Paz detalló que hay constancia de que los sicarios comenzaron a vigilar a Fariña y del momento en que, a bordo de una camioneta Hyundai azul robada, comenzaron a seguir a la Range Rover que conducía Fariña y a la Chevrolet donde se desplazaban los guardaespaldas del nicaragüense.
La fiscal precisó que el ataque comenzó a las 5.15 y duró lo que los vehículos tardaron en recorrer 500 metros, sin que los custodios pudieran impedirlo, y añadió que Vargas siguió la operación desde una camioneta BMW de la cual no se había informado hasta ahora.
Agregó que poco después, los sicarios abandonaron la Hyundai y se subieron a la BMW que conducía Vargas. En el primer vehículo dejaron abandonada una de las armas utilizadas y en la maleza que había en el lugar tiraron otra arma y un chaleco antibalas.
Menocal y Paz ratificaron en la rueda de prensa prácticamente todos los datos que ya había divulgado esta mañana Diego Alvarez, vocero de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG) de las Naciones Unidas.
Sin embargo, no mencionaron cuál pudo haber sido el móvil del ataque. Menocal sólo confirmó que Fariña es propietario de la cadena de casinos y clubes nocturnos Elite, y aseguró que el nicaragüense y sus actividades están bajo rigurosa investigación.
En cambio, Alvarez había señalado que “Fariña se dedica al narcotráfico y al lavado de dinero, y había sido sentenciado a muerte por su propia organización desde mayo por haber entregado a uno de sus socios, que terminó preso“.
Alvarez afirmó también que Fariña no está alineado con ninguna de las grandes bandas de narcotraficantes que operan en México, Guatemala y otros países de la región, aunque mantenía más contacto comercial con el Cartel de Sinaloa.
Una fuente de la CICIG dijo este mediodía a Télam que continuaba la búsqueda de los otros tres sospechosos. Detalló que dos de los buscados son guatemaltecos, mientras el restante podría ser nicaragüense.
La fuente elogió la dedicación de las autoridades guatemaltecas: “La investigación lleva más de 24 horas ininterrumpidas, en las cuales muchos agentes no pararon ni para darse un baño“, dijo.
Mientras tanto, el cuerpo de Cabral llegó hoy a Buenos Aires a bordo de un avión de la Fuerza Aérea Mexicana, y era velado durante la jornada en el teatro porteño ND Ateneo.
Télam