En las primeras horas de este jueves, un llamado desde el Nuevo Hospital Iturraspe de Santa Fe encendió las alarmas. Un hombre identificado como Marcos Armando Acosta (31), ingresó a quirófano con una herida de arma de fuego en el abdomen. Su pronóstico es reservado, con daños en órganos vitales como el hígado, riñón y columna. La víctima fue trasladada en estado crítico desde Larrea al 6200, esto es, en el límite de los barrios Scarafía y Los Troncos.
La secuencia se inició minutos después de la medianoche cuando Acosta llegó hasta la vivienda de su amigo Juan (30) pidiendo auxilio. Al abrir la puerta, Juan se encontró con su amigo herido, implorando ayuda.
Sin dudar, Juan decidió llevar a su amigo al hospital en un remis, mientras intentaba comprender lo que había sucedido. A su llegada al nosocomio, personal médico alertó a la Subcomisaría 12da de la URI sobre el ingreso de un herido de bala. La investigación comenzó de inmediato.
Poco después, y como es de práctica, personal de Criminalística de la PDI se desplegó en la escena del suceso con sus peritos. Sin embargo, la búsqueda de indicios, no habría arrojado resultados concluyentes. No se encontraron casquillos ni rastros de disparos, lo que añade más misterio a este hecho.
De todo lo ocurrido fue informado el fiscal de Homicidios, doctor Iglesias, quien dispuso una serie de diligencias para precisar las circunstancias en que se produjo este sangriento episodio.
En tanto, el barrio sigue en silencio, y los investigadores prosiguen su labor para dar con el autor de este hecho que dejó a Acosta luchando por sobrevivir.