Recuperaron la libertad bajo el compromiso de no hostigarla a ella ni a su familia, compuesta por sus dos hijas y su nieto de 6 años.
Un matrimonio de barrio Barranquitas pasó 48 horas tras las rejas, acusados de haber proferido graves amenazas contra su vecina, que cansada de los repetidos insultos por su condición de transexual, los denunció ante la Justicia.
Aunque no se trata de un conflicto reciente, los protocolos oficiales se activaron a comienzos de mayo, cuando la abogada Carolina Walker inició el trámite de denuncia on-line, en representación de su asistida, Yail Daiana Carlotto (61).
Se tomaron declaraciones testimoniales a la víctima y su entorno más cercano -vive con sus dos hijas de 21 y 24 años y un nieto de 6-, se adjuntaron las cartas de incidencia del 911 que fue requerido al menos en dos oportunidades y finalmente la fiscal de la Unidad de Violencia de Género, Familiar y Sexual (Gefas), Jorgelinia Moser Ferro, ordenó la detención de la pareja de 62 y 64 años.
Amenazas coactivas
Las detenciones se concretaron el 31 de mayo y dos días después, Ester V. y Ramón O. fueron llevados a tribunales, donde se les imputó el delito de "amenazas coactivas" en perjuicio de Carlotto y su grupo familiar, quienes residen en una vivienda de la avenida Presidente Perón al 4200, casi en la intersección con calle Iturraspe, en uno de los principales accesos a la ciudad.
La audiencia estuvo dirigida por el juez José García Troiano, quien antes de hacer ingresar a la sala a los imputados, escuchó a la víctima. "Cuando fui ante el juez dije que teníamos miedo a las amenazas de muerte" que "necesitamos estar cuidadas" y "necesitamos ayuda", recordó Yail a El Litoral. "El juez me preguntó si quería estar presente en la audiencia, esa fue la parte más dura" -dijo-, porque se animó a enfrentar cara a cara a quines desde hace tiempo la atacan.
"Soy mujer transexual. Hace tres años que me hice operar", aclaró la entrevistada. Y si bien lo sucedido se circunscribe a "un conflicto de vecinos", se encuentra cargado por "la homofobia hacia mi identidad, diciéndome cosas como: 'puto', 'degenerado asqueroso', 'te vamos a quemar la casa'". "Hace muchísimo tiempo que viene sucediendo", sostuvo.
Sobre ese punto, Carlotto explicó que no es solamente ella la afectada, sino que en su casa vive con sus dos hijas Lourdes y Sabrina y con un nietito de 6 y que teme por ellos también. A propósito, contó que se trata de sus hijas biológicas y que ambas se encuentran estudiando para maestra y Trabajo Social respectivamente. "Ellas decidieron quedarse a vivir conmigo", asegura.
Problemas típicos
En tanto, la fiscal Moser Ferro señaló que Carlotto "tiene los problemas típicos de las personas que realizan este tipo de elección sexual". Enfatizó en que "tiene unos vecinos que la amenazan continuamente para que se vaya del barrio" y que por eso el miércoles pasado "se le imputaron los hechos a los vecinos, que estuvieron detenidos dos días".
También recordó la fiscal que "la denuncia on-line la radicó abogada Carolina Walker, el 3 de mayo" y que en la audiencia acordaron la libertad con el abogado defensor Jorge Qüesta, siempre y cuando los involucrados se comprometieran a cumplir con medidas alternativas, entre las que resaltan la prohibición de contacto por cualquier medio con su vecina y una medida de distancia de 3 metros.
Visibilidad y Orgullo
"Mi voz se escuchó, se hizo justicia", declaró Yail Carlotto a El Litoral. "No hay que tener miedo, hay que denunciar", dijo y agradeció al personal de 911, Seccional 6ta., a su abogada, una jueza de Familia -que fue la primera en intervenir en el conflicto-, el Área Mujer de la Municipalidad; y a la fiscal del MPA y el juez que impuso las medidas de distancia que le permitieron recuperar algo de tranquilidad.
"Yo defiendo el cambio de identidad como cualquier mujer", expresó Carlotto, quien se declaró "líder de la Marcha del Orgullo", con un pasado como "militante del partido Comunista".
"Quiero que todo esto se visibilice", anunció, al tiempo que recordó que "salí en el diario El Litoral en 2018, en la última página", el 2 de diciembre de 2018 cuando se realizó en Santa Fe la 3ra, Marcha del Orgullo. "Fui la primera chica trans que sacó sus senos en público en la marcha", dijo.
También se refirió a sus inicios. "Las chicas trans no teníamos acceso al trabajo, por eso empecé a prostituirme". Hoy, a los 61 años, recuerda aquellos comienzos que coincidieron con la época de la dictadura militar, cuando "íbamos presas y éramos violentadas y violadas en las comisarías".
Subsistió como prostituta "hasta antes de mi cambio de género, hace tres años" y aunque "tuve que volver a hacer algunos servicios", ahora "tengo una pensión de la reparación histórica, por haber estado presas durante la dictadura".