Juliano Salierno
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El juez federal Francisco Miño citó al líder de la organización, Sergio Villarroel, a su concubina y a los dueños de una inmobiliaria que le manejaba los negocios.
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Cuatro personas serán indagadas el próximo miércoles 13 y jueves 14 de septiembre en Santa Fe, por el presunto delito de lavado de dinero proveniente del narcotráfico. El juez federal Nº 2 Francisco Miño accedió, la semana pasada, al pedido de la Fiscalía Federal Nº 2, para que Sergio Norberto Villarroel, su pareja Débora Vanina Flores y los dueños de la firma Habitar Negocios Inmobiliarios, Jorge A. Lescano y Graciela N. Bugnón, fueran citados en ese contexto.
El planteo realizado la última semana de julio por el fiscal Walter Rodríguez, tiene su antecedente este verano, cuando a principios de febrero requirió el decomiso de una serie de bienes, luego de que Villarroel y Flores se declararan “insolventes”, en el marco de una causa por tráfico de estupefacientes que está camino al juicio oral.
Según indicó la Fiscalía en ese entonces, la pareja mintió cuando dijo “no tener bienes para ofrecer a embargo” -el juez había fijado embargos por un millón de pesos para ambos- y por ello solicitó “urgentes medidas de naturaleza patrimonial” a los fines de una futura condena.
El “Zurdo” Villarroel fue procesado el 26 de diciembre de 2016 como “organizador” en los delitos de “comercio de estupefacientes” y “tenencia de estupefacientes con fines de comercialización”, en ambos agravado por la participación de tres o más personas. Su pareja, en cambio, lo fue junto a Leonardo Gamarra y el “cabezón” Luis Alberto González como coautores de los delitos de “comercio de estupefacientes” y “tenencia con fines” agravado.
Los cuatro fueron detenidos el 10 de diciembre del año pasado, en un megaoperativo conjunto realizado en Alto Verde, San José del Rincón, Santa Fe y Laguna Paiva, por efectivos de Prefectura Naval Argentina, Gendarmería Nacional, Policía Federal Argentina y la Policía de la provincia.
Propiedades
El eje de la causa gira en torno de la figura del Zurdo Villarroel, empresario del videocable y presidente del club Defensores de Alto Verde, temido y admirado a la vez por gran parte de los habitantes del distrito costero. Bajo esas actividades que funcionaban de pantalla, el Zurdo se convirtió, con el correr de los años, en un empresario del negocio de la droga, en pequeña y gran escala.
Tiene una casa de dos plantas, con parque y pileta construida en un “asentamiento irregular” de la Manzana 1 de Alto Verde, a la que se accede por calle Demetrio Gómez por tierra, y por agua por el río Santa Fe, a espaldas del complejo portuario. Está rodeada de ranchos y viviendas precarias, en una zona estratégica con visión de casi de 360º, desde la que se puede controlar el ingreso y egreso de cada habitante de Alto Verde.
Pero no es la única propiedad que encontraron los investigadores. También cuenta con un departamento en calle Mathew 1720 del partido de San Martín, provincia de Buenos Aires; una casaquinta en Villa California, en San José del Rincón (calle Del Sol 3170) a nombre de su mujer, y un galpón en calle Juan Díaz de Solís al 1500 de Sauce Viejo.
La flota
Además se pudo determinar la existencia de media docena de vehículos que estaban a disposición de la organización liderada por Villarroel: dos camiones de las marcas Iveco y Volkswagen; una camioneta Toyota Hilux -GQI 820-, con autorización a nombre del principal implicado; una Suzuki Gran Vitara SDR -ECA 766- con boleto de compraventa en favor de Villarroel; y automotor Citroen C3, -EUR 677- y una embarcación marca Yamaha con boletos de compraventa firmado por Flores.
En ese momento el fiscal Rodríguez consideró que “los imputados utilizaron como mecánica engañosa habitual la no registración de los bienes adquiridos, con el elocuente objetivo de disimular el real poder de disposición que tienen sobre los mismos”.
Pero sin dudas, el bien más preciado que surge de la investigación fue la aparición el mes pasado de una cupé BMW Z-4 que pertenecía al narco rosarino Martín “Fantasma” Paz, asesinado en 2012 justamente cuando manejaba el auto deportivo en la Chicago argentina.
La pista del BMW
El pedido de indagatoria por lavado de dinero formulado a fines de julio por el fiscal federal Walter Rodríguez, puso de relieve un elemento desconocido para aquellos ajenos a la investigación. Es que durante la pesquisa, efectivos de Inteligencia de la delegación local de Prefectura Naval encontraron la foto de un auto de alta gama, dentro de una de las computadoras allanadas en la firma Habitar Negocios Inmobiliarios, perteneciente a los ahora imputados Jorge Lescano y Graciela Bugnón, con sede en bulevar Gálvez al 1700, casi esquina con Necochea.
La imagen, sumada a una serie de escuchas telefónicas, permitió determinar primero que se trataba del mismo vehículo en el que mataron al narco rosarino Martín “Fantasma” Paz en 2012, lo cual en sí mismo era un dato movilizador para los investigadores. Pero además, pudieron determinar que la foto fue tomada en el galpón de Sauce Viejo que pertenece a Villarroel; y como si fuera poco existen escuchas en las que consta que el Zurdo estaba negociando la venta del coche deportivo como propio.
La nave no fue hallada en los allanamientos de diciembre pasado. Es más: se creía que había sido “fletada” a Sáenz Peña, Chaco, camuflada arriba de un camión; pero apenas se difundió la foto, el coche empezó a quemar, por lo que tardaron pocos días en encontrarlo. El vehículo de alta gama apareció el 8 de agosto, estacionado en una cochera de San Jerónimo al 1600, en zona de tribunales, precisamente a la vuelta de la fiscalía y el juzgado federal. Actualmente se encuentra disposición de la Justicia Federal.
Testaferros
En cuanto a los dueños de la inmobiliaria Habitar (Lescano y Bugnón), eran quienes “motorizados por el cobro de comisiones, participaron activamente en la gestión comercial para lograr la adquisición, almacenamiento, venta y cobro de distintas operaciones correspondientes a bienes que tuvieron origen en utilidades provenientes del narcotráfico”, según señaló el fiscal Walter Rodríguez en el pedido formulado al Juzgado Federal. Numerosas escuchas y documentos avalan esa teoría, por la cual deberán asistir en dos semanas a tribunales.