El comerciante Irineo Garzón Martínez fue inhibido y le colocaron una tobillera electrónica en el marco de la causa que lo tiene como imputado por la violación de una joven venezolana en un local de la zona porteña de Once.
El comerciante Irineo Garzón Martínez fue inhibido y le colocaron una tobillera electrónica en el marco de la causa que lo tiene como imputado por la violación de una joven venezolana en un local de la zona porteña de Once.
La inhibición general de bienes fue dispuesta por la jueza Karina Zucconi, quien también ordenó que se le colocara al acusado un dispositivo de geoposicionamiento dual para evitar que se acerque a la víctima.
Con ese artefacto, el área de Monitoreo de Tobilleras de Género sabrá si el acusado se acerca a su víctima: en caso de que eso suceda, se dispara un alerta.
Asimismo, en la misma resolución, la magistrada "se declaró incompetente, pasando a tramitar la medida en el Juzgado Nacional de Primera Instancia en lo Criminal y Correccional número 15".
En diálogo con TN, el abogado querellante, Pablo Baqué, reclamó la detención del acusado, para que la joven venezolana "pueda disfrutar de su libertad y no tener que estar pendiente de un botón antipánico".
Garzón Martínez se encuentra procesado por la presunta comisión del delito de "abuso sexual agravado con acceso carnal" contra la joven en su primer día de trabajo en un local del barrio porteño de Balvanera.
Pese a la acusación que pesa en su contra, el hombre permanece en libertad, aunque se baraja la posibilidad de que la Justicia ordene su detención en las próximas horas.