Una adolescente que vivía son su madre y su bebé en la ciudad de Recreo quedó atrapada en un verdadero infierno cuando formó pareja con un hombre mayor de edad que luego la sometió a maltratos físicos y psicológicos, la obligó a prostituirse y a drogarse, y la retuvo contra su voluntad. El pequeño también sufrió agresiones incalificables, como tragar su propia materia fecal o ser bañado con agua fría en días gélidos. La terrible historia comenzó en 2015, cuando la joven tenía apenas 15 años, y continuó hasta 2019. Los investigadores lograron reconstruirla luego de que la víctima se animó a denunciar al sujeto, que fue procesado por graves delitos en una causa que lleva adelante el fiscal federal Gustavo Onel. Esta semana, el funcionario del Ministerio Público Fiscal solicitó la elevación a juicio del caso.
El acusado se llama Walter Fernando Da Silva. Según la hipótesis de la fiscalía, este hombre conoció a la adolescente cuando ella bailaba en una comparsa y tenía 14 años. En la fiesta de carnaval, una hermana de Da Silva le presentó a la joven, cuyas iniciales son S.R.V.. Ambas eran amigas.
S.R.V. y Da Silva formaron una pareja. Cinco meses más tarde, ella se mudó con su hijo a la casa de él, apenas a dos cuadras de distancia. Casi de inmediato, la vida de la adolescente y su bebé se sumió en la oscuridad.
El fiscal aseguró que Da Silva "ganó la voluntad de S.R.V., atrayéndola a su dominio, con el fin de conseguir su disposición personal". Para beneficiarse económicamente, él logró que ella se prostituyera. Al principio, utilizó engaños y aprovechó la situación de vulnerabilidad extrema de la menor de edad. Con el paso del tiempo, apeló a métodos más violentos como agresiones de distinto tipo y amenazas.
La adolescente, a partir de los 15 años, ejerció la prostitución en inmediaciones de la Plaza España de la ciudad de Santa Fe. Viajaba todas las noches en colectivo desde Recreo y al volver, por el mismo medio, debía tener en el bolsillo una importante suma de dinero. Si no regresaba con los billetes que el hombre esperaba, era golpeada.
Da Silva también se encargó de que ella tuviera un perfil en la red social Facebook para captar clientes que directamente la buscaban por su hogar.
"Para lograr someter a la víctima a su voluntad, el imputado ejerció violencia física contra ella y contra su hijo, a quien además le hizo padecer otros tipos de maltratos, como hacerle comer caca de su pañal o bañarlo con agua fría. Da Silva también amenazaba a la víctima con armas y le decía que iba a matar a su madre y/o a su hijo", señaló Onel.
El imputado obligó a S.R.V. a consumir estupefacientes. Además, la forzó a tener relaciones sexuales con él. Así quedó embarazada por segunda vez.
"En una oportunidad, cuando S.R.V. tenía 16 años y estaba por cumplir los 17, Da Silva la mantuvo encerrada durante un mes en una vivienda ubicada en la ciudad de Rincón, período en el cual no le brindó comida ni agua, hasta que logró salir de ese inmueble gracias a la ayuda de dos menores de edad que pasaron por el lugar", contó el fiscal.
El calvario para la joven terminó cuando ya tenía 18 años y cursaba algunas semanas de embarazo. Da Silva la golpeó con un machete, justo cuando pasaba por el lugar un patrullero. Los policías lo arrestaron y la víctima lo denunció.
Calificación legal
Para el fiscal Onel, Da Silva es autor de del delito de trata de personas, agravado por haber sido cometido mediante engaño, violencia, amenaza, abuso de una situación de vulnerabilidad, por el carácter de conviviente del imputado, por haberse consumado la explotación y por ser la víctima menor de dieciocho años.