Un joven de 19 años fue condenado a tres años de prisión por haber hurtado un automóvil que estaba en la vía pública en Rufino.
No es el único hecho por el que Héctor Maximiliano Gabriel Ortiz, de 19 años, fue sentenciado.
Un joven de 19 años fue condenado a tres años de prisión por haber hurtado un automóvil que estaba en la vía pública en Rufino.
Se trata de Héctor Maximiliano Gabriel Ortiz, quien ante la jueza Lorena Garini reconoció su responsabilidad penal como autor de “hurto calificado por haberse tratado de un vehículo automotor dejado en la vía pública”, “hurto simple”, “tentativa de violación de domicilio” y “encubrimiento agravado por el ánimo de lucro”.
La audiencia de juicio abreviado, que se realizó en los tribunales rufinenses, fue solicitada por el fiscal Mauro Menéndez, que llevó adelante la investigación. Tras la resolución, el funcionario del MPA indicó que "la pena es de cumplimiento condicional y a Ortiz además se le impusieron reglas de conducta por cuatro años".
Además, enumeró que "se le prohibió tener contacto con víctimas y testigos; deberá fijar residencia; tendrá que adoptar un oficio, y no podrá tener o portar armas de fuego, entre otras medidas".
La defensa aceptó la atribución delictiva, la pena impuesta y la decisión de abreviar los procedimientos del juicio.
El funcionario del MPA señaló que "durante la madrugada del martes 31 de octubre del año pasado, Ortiz y otro coautor se aprovecharon de que en calle Independencia al 200 había un automóvil marca Renault modelo Clio estacionado sin medidas de seguridad y con un juego de llaves de encendido en su interior".
"Sin la autorización de la propietaria, el condenado y su acompañante subieron al auto y lo utilizaron para ir hasta la ciudad de Rosario, donde días después el vehículo fue secuestrado", especificó Menéndez.
El fiscal puntualizó que "a Ortiz además se le impuso la pena porque en otra oportunidad hurtó alrededor de 10.000 pesos que estaban en la guantera de un auto marca Volkswagen modelo Gol que había sido dejado sin ningún tipo de traba en las puertas en Chacabuco al 300, en Rufino".
"A su vez, el condenado se llevó del interior del vehículo un juego de llaves correspondientes a una vivienda ubicada en las inmediaciones", explicitó Menéndez. "Aunque trató de usarlas para entrar a ese domicilio, no lo logró por razones ajenas a su voluntad", planteó.
Por otro lado, el representante del MPA afirmó que "en el hospital SAMCo rufinense, Ortiz ofreció a la venta una amoladora, una motosierra y una soldadora que habían sido sustraídas a otra persona", y remarcó que "él conocía la procedencia ilícita de los bienes".
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