La Asociación Madres de Plaza de Mayo denunció hoy que los hermanos Sergio y Pablo Schoklender y sus allegados sustrajeron documentación de la Fundación de esa entidad y que utilizaban "cuevas financieras" para cambiar cheques entregados para el pago de la construcción de viviendas sociales, en el marco de lo que consideró un "apoderamiento" o "rapiña" de lo cual la entidad fue víctima.
Madres denunció que el viernes pasado los Schoklender produjeron un "vaciamiento documental en la sede de su Fundación, para lo cual llegó a emplearse un vehículo blindado, de propiedad de la Fundación, que fue adquirido cuando aún no se había bancarizado a todos aquellos que se desempeñan en las tareas de construcción de viviendas", dice la presentación a la que accedió DyN.
El hecho ocurrió en la sede ubicada en Hipólito Yrigoyen 1520/22 y "se han precintado todas las instalaciones y extraídos back-up de las memorias de las computadoras que no pudieron llevarse", explicaron las Madres.
"Afortunadamente para la tarea instructoria esos movimientos nocturnos y clandestinos quedaron registrados en el Libro del Garaje donde se guardan los vehículos de la Fundación", agregó el texto de la denuncia.
La entidad sostuvo que el hecho se produjo "al estallar el conflicto que se vivía entre las Madres y los ex apoderados de la Fundación", y aseguró que se ordenó una auditoría interna sobre los manejos de los Schoklender.
"Hubo que disponer el no pago de los cheques extraídos antes del desplazamiento de la ex administración de la Fundación" y "cambiar las claves bancarias para impedir transferencias a otras cuentas del dominio de los querellados y facilitar, así, la tarea de la auditoria", explicaron las Madres.
En ese marco, también denunciaron que los cheques de pago por la construcción de viviendas "no todos eran depositados en las cuentas de la Fundación, sino que buena parte de los mismos eran ’descontados’ en cuevas financieras".
Al respecto, señalaron que esa "operatoria siempre (era) llevada a cabo por los ex apoderados, los hermanos Schoklender, por lo que era difícil controlar o saber qué correspondería (sic) había entre lo percibido, lo descontado en las cuevas y lo efectivamente depositado en las cuentas de la Fundación".
Las Madres agregaron que no pueden "precisar adecuadamente" cómo "operaba la banda" pero sostuvieron que "a medida que avancen las tareas de auditoría, iremos aportando nuevos elementos y documentación acreditativa".
"Pero no podemos dejar de señalar que frente a las deudas que, prima facie, hemos podido saber que registra la Fundación y los cuantiosos bienes personales o de las empresas que controlan los querellados, media una relación de correspondencia, con el dato, claro y objetivo, que esos cuantiosos bienes expresan la dimensión del apoderamiento -de la rapiña- que ha padecido la Fundación", completaron.
Fuente: DyN