Danilo Chiapello
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Así lo confirmó la fiscal Cristina Ferraro quien hoy comentó algunas novedades del caso en conferencia de prensa.
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El 3 de diciembre una atribulada Mariela Noguera llegó hasta la seccional 2ª y radicó una denuncia contra Facundo Solís, su pareja de entonces. La mujer refirió que momentos antes había discutido con el nombrado por la tenencia de un televisor y que en dicha circunstancia éste le había dado un golpe en el rostro.
Pero este episodio (uno más en una larga lista de hechos de violencia tanto física como psicológica) tuvo un inesperado giro, que resultaría crucial en el desarrollo de la historia.
Es que algunos días después de formulada la denuncia, Mariela volvió a presentarse en la comisaría y desistió de instar la acción penal (seguir adelante con el proceso). Esta determinación impidió, por ejemplo, que a Solís se le imponga una medida de restricción. También que a Mariela se le hubiese otorgado un botón de alerta.
A su vez, al no haber un proceso en su contra, Solís pudo seguir portando su arma reglamentaria.
Causar sufrimiento
Sobre éste y otros detalles se refirió la fiscal Cristina Ferraro, quien esta mañana brindó una conferencia de prensa en el Ministerio Público de la Acusación.
Quien participa de la investigación junto a los fiscales Iglesias y Jiménez, señaló que este sujeto “cometió los hechos con el propósito claro en causar un sufrimiento en Mariela, quien fuera su pareja por mucho tiempo”.
Acerca de la audiencia celebrada el domingo, Ferraro indicó que “en primer lugar se formularon las imputaciones de estos hechos que fueron calificados como femicidios vinculados; cuatro en grado de consumación en contra de la mamá de Mariela, de su hermana, de su hija, del novio de su hija y un femicidio vinculado en grado de tentativa en contra de su sobrino”.
“Esta calificación implica que nosotros entendimos, de acuerdo con los elementos reunidos hasta el momento, que Facundo Solís cometió estos cinco hechos con el propósito claro de causar un sufrimiento en Mariela, que es la persona con la que había mantenido una relación de pareja durante un tiempo más que considerable. También se le atribuyó el femicidio de Mariela Noguera”, agregó.
Al ser consultada sobre cómo se está desarrollando la investigación, Ferraro detalló: “El trabajo que hicimos fue realmente muy intenso y por fortuna logramos recabar evidencias importantes, incluso es algo que remarcó la jueza en la audiencia, no sólo la cantidad de evidencia, sino también su calidad”.
—¿Se pudo verificar si había denuncias previas?, se le preguntó.
—Lo que consta en la investigación es que Mariela había realizado una sola denuncia, a principios de diciembre, y que luego había decidido no instar la acción penal (seguir adelante con el proceso); por tal motivo no había ninguna medida de restricción, como tampoco botón de pánico. El hecho de que Solís tenía en su poder su arma, es parte de esta situación de no haber instado la acción penal.
Planificación
Con respecto a si hubo planificación de la masacre, la funcionaria del MPA sostuvo que “entendemos que sí, por cómo se fueron dando los hechos y fundamentalmente porque Solís previamente concurrió al lugar a retirar a sus hijos”.
“También porque primero ingresó a un domicilio donde estimamos le quitó la vida a la hija de Mariela y su novio; y luego realiza un llamado telefónico a Mariela donde da cuenta de esos crímenes y que seguiría con el resto de grupo familiar, haciendo mención específica de su mamá, y de que iba a matar a quien se le cruzara. Eso nos da la pauta de que esto fue planificado y como ya dije para causar un sufrimiento mayúsculo en Mariela”, indicó.
“El llamado telefónico fue uno de los últimos actos de Solís de violencia psicológica a los que siguieron los actos de violencia física con los femicidios”, culminó.