Josefina Gómez
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Minutos antes de la medianoche de ayer murió Serena Martínez. Su corta vida fue cruelmente truncada como consecuencia de una balacera que se suscitó el viernes pasado en el barrio Alto Verde. Estos episodios son frecuentes en la zona y resulta doloroso en más de una oportunidad ver en las noticias que haya inocentes vidas que se pongan en riesgo en cobardes acciones de "adultos" y no tanto.
La pequeña de 6 años recibió un impacto de bala en la cabeza cuando participaba de la fiesta de despedida del Jardín Deportivo del Club Regatas. Junto a ella había más de un centenar de niños que al igual que toda la comunidad de esa institución no olvidarán esa triste tarde.
Eran cerca de las 18 cuando un disparo -que resultó ser de un arma calibre 9 milímetros-, producto de un enfrentamiento entre un grupo de personas en el distrito costero de Alto Verde, hirió a Serena en la cabeza y otro lesionó a un encargado de un galpón de depósito vecino al Club Excursionistas.
Desde entonces hasta hoy las crónicas periodísticas hablaron de lo que aquel viernes sucedió en Alto Verde. Mientras unas noticias siguieron la lucha de Serena por su vida, otras reflejaban el sentir de los santafesinos a través de marchas y expresiones de apoyo a la familia en su reclamo de justicia.
Hubo varias detenciones, sus tíos escribieron cartas que la prensa difundió, sus padres pidieron rezos y apoyo a través de los medios de prensa y se hicieron misas en su nombre.
La pequeña logró sobrevivir las horas que se consideran críticas en un cuadro clínico como el suyo. Su condición fue siempre de extrema gravedad y aunque mostró algún grado de estabilidad se fue haciendo más y más precaria con el correr de los días.
Sus padres contaron con el incondicional apoyo del cuerpo médico del Hospital de Niños Orlando Alassia y con la solidaridad de otros pacientes y sus familias, que los contuvieron y acompañaron día a día.
Hoy amanecimos con la noticia que nadie quería. Serena Martínez falleció anoche. Sus restos serán velados en Sentir y esta tarde recibirán sepultura en un cementerio privado de la ciudad.
Todos pensamos lo mismo, que no sea en vano el dolor de sus padres y de quienes llegaron a conocerla. Además del pedido de justicia es necesario encontrar el modo de que las armas dejen de ser el recurso para resolver los enfrentamientos entre las personas. Porque hay vidas inocentes que siempre quedan expuestas a ser las que pagan las consecuencias y porque nunca hay justicia que alcance a reparar el dolor de una pérdida.
La investigación judicial prosigue, por lo que quienes puedan aportar datos deben acercarse a la Dra. Mariela Jiménez, Fiscal de Primera Instancia de Distrito Nro. 3, con asiento en los Tribunales de Santa Fe, en calle Urquiza 2463 o bien comunicarse por teléfono al 0342-4573193 o por e-mail a [email protected]