Nahir Galarza, única imputada por el homicidio de Fernando Pastorizzo ocurrido en Gualeguaychú en 2017, ha publicado inquietantes posteos en sus redes sociales en los que comparte fotos familiares y se muestra sugestivamente activa.
Los informes señalan un cuadro de esquizofrenia y un historial de abuso intrafamiliar y aborto forzado. La Corte Suprema de Justicia de la Nación debe decidir si revoca o confirma la pena aplicada por la justicia de la provincia de Entre Ríos.
Nahir Galarza, única imputada por el homicidio de Fernando Pastorizzo ocurrido en Gualeguaychú en 2017, ha publicado inquietantes posteos en sus redes sociales en los que comparte fotos familiares y se muestra sugestivamente activa.
La joven ya había sorprendido a todos a principios del año pasado con una confesión en la que sostuvo que no había matado a Fernando, sino su padre, y acusó a su tío paterno por abuso sexual.
Nahir empezó a expresarse después de cuatro años de terapia psicoanalítica intracarcelaria, gracias al arduo trabajo que hicieron con ella las psicólogas y asistentes sociales de la Unidad N° 6 de Paraná donde cumple su condena. Así, la joven logró sorprender a todos a principios del año pasado con una confesión que también significó un giro inesperado en la causa. “Yo no maté a Fernando, fue papá”, sostuvo.
En las últimas horas, ha comenzado una suerte de catarsis en sus redes, donde ha compartido fotos familiares y animado a sus seguidores a adivinar qué le ocurrió en su fiesta de 15 años.
“Fue la noche más linda, sorprendente y esperada de mi vida. Inolvidable, pero tristemente hubo algo que manchó esa noche, ya que desde ahí inició el suceso que marcaría el resto de la historia (una pesadilla)”, escribió Nahir junto a varias fotos de su fiesta de 15, y animó a sus seguidores a “adivinar” qué fue lo que le ocurrió entonces. También compartió una foto con su sobrino bebé en brazos, en la que fantasea con la posibilidad de haber sido su madre.
Recientemente, informes psicológicos han concluido que Nahir presenta una esquizofrenia de inicio temprano y que ha sufrido abuso intrafamiliar, maltrato y ahorcamiento por parte de su madre, la policía Yamina Kroh. Además, fue obligada a realizar un aborto setenta días antes del crimen, lo que agravó su estado mental.
La primera de ellas estuvo a cargo del psiquiatra Enrique Stola (M.N. Nº 50747), quien concluyó que Nahir presenta una esquizofrenia de inicio temprano.
El profesional señaló en su informe que sus alucinaciones están muy presentes, pero se debe también investigar el daño cerebral en el área mesial, temporal. Que posee alucinaciones auditivas, visuales, cenestésicas (siente que la tocan) y relata alucinaciones olfativas.
También expresa que hay que analizar los exomas para autismo, entre otras tantas patologías que indican que Nahir llegó a ser juzgada por el Tribunal Oral de Gualeguaychu en las peores condiciones de salud mental sin haber tenido la contención médica, psicológica y psicofarmacológica adecuada que incluyeron no haber percibido por parte de la justicia el abuso sexual intrafamiliar y un aborto obligado dos meses antes del crimen.
Por su parte, después de entrevistarse con Nahir durante tres meses, la psicóloga Alicia Castro (M.N. 52607) indicó que de estas charlas se desprenden el abuso intrafamiliar padecido por la joven entre los siete y doce años de edad, maltrato, palizas y ahorcamiento por parte de su madre, la policía Yamina Kroh, que inclusive “la obligaba a bañarse delante de ella hasta los 14 años de edad a modo de control asfixiante”.
La licenciada hizo referencia también a que, tras quedar embarazada, Nahir fue obligada por sus padres a realizarse un aborto setenta días antes de producirse el crimen, lo que “acrecentó el deterioro de su psique”.
Castro también se refirió a alteraciones en el proceso de decodificación y atribución de emociones, fallas en la interacción social, déficit en el desarrollo de las capacidades para el reconocimiento de emociones, desactivación del sistema de empatía y de la percepción de emociones.
“La observación conductual, evidenciada en la entrevista, nos muestra una Nahir lentificada; que no puede realizar historicidad en el relato; pueril; sin resonancia afectiva ante algunos momentos del discurso; sin contradicciones ni alteraciones en su narrativa”, describió la profesional.
Fernando Pastorizzo fue asesinado entre las 5.10 y 5.15 del viernes 29 de diciembre de 2017.
Esa noche el joven fue encontrado en una calle de Gualeguaychú con un tiro en la espalda y otro en el pecho, junto a su moto y dos cascos tirados en el suelo.
Inicialmente, al declarar como testigo, Galarza dijo que había visto a la víctima la noche anterior al crimen, aunque ante la sumatoria de indicios en su contra quedó detenida y en una segunda declaración reconoció que lo había matado con el arma de su papá policía, pero dijo que había sido de manera “accidental”.
La sentencia a la pena máxima fue dictada el 3 de julio de 2018 por el Tribunal de Juicio y Apelaciones de Gualeguaychú y confirmada en julio de 2019 por la Sala II de la Cámara de Concordia.
Actualmente, la defensa de Nahir Galarza espera la decisión de la Corte Suprema con la esperanza de que el máximo tribunal anule el fallo que condenó a la joven a prisión perpetua y, en consecuencia, se realice un nuevo juicio con perspectiva de género en el que consigan rebajar la pena.
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