Ahora procesaron a un ex jefe regional de la policía antidrogas
Está acusado de no controlar a los uniformados de la brigada antinarcóticos de la AIC en el departamento Las Colonias, tres de cuyos miembros se encaminan a juicio oral por conformar una banda dedicada al tráfico de estupefacientes, entre otros delitos.
Los búnkers del departamento Las Colonias le compraban la droga a los policías, que además le cobraban una cuota por "protección", según la hipótesis fiscal.
Una verdadera "bomba" estalló a mediados del año pasado en el seno de la policía provincial dedicada a luchar contra el narcotráfico en la zona. Las esquirlas todavía siguen haciendo estragos en lo que era la estructura jerárquica de ese momento. Primero cayó quien era jefe de la Brigada Antidrogas de la Policía de Investigaciones (PDI) del departamento Las Colonias, junto a dos de sus subalternos. Los tres se encaminan a juicio oral, acusados de conformar una banda con delincuentes a los que debían combatir. También terminó implicado el por entonces jefe de la misma fuerza, pero en el departamento San Jerónimo. Ahora, la Justicia Federal procesó a quien se desempañaba como jefe de los involucrados, Juan Martín Exequiel Oliva, quien estaba a cargo de la regional. Está imputado por no controlar a quienes tenía a su cargo.
Oliva había sido sobreseído a fines del año pasado, pero días atrás la Cámara Federal de Apelaciones de Rosario ordenó que continúe la investigación que lleva adelante el fiscal Jorge Gustavo Onel. Concretamente, fue procesado como "presunto autor de incumplimiento de los deberes de funcionario público, en su faceta omisiva". El exjefe no quedó en prisión preventiva, pero deberá guardar estrictas normas de conducta mientras continúa el proceso.
El juez Reinaldo Rodríguez tuvo en cuenta para emitir la resolución los nuevos elementos incorporados a la causa, fundamentalmente el contenido de un teléfono celular que fue peritado y que arrojó conversaciones reveladoras entre los involucrados.
El caso
La investigación federal comenzó a mediados del año pasado y en agosto fueron procesados Lucas Gabriel Nos, jefe de la Brigada Antinarcóticos de la AIC en Esperanza; Rubén David Moyano, titular de la misma fuerza pero de Coronda; y Luis Cosentini, subalterno del primero. Poco después cayó María Belén Muratore, oficial que también estaba a cargo de Nos y que habría adulterado el "libro de novedades" para protegerlo.
Nos, Cosentini y Muratore están hoy acusados de conformar una asociación ilícita que perpetrába múltiples delitos, con la droga como denominador común. Según la hipótesis fiscal, los policías le compraban estupefacientes a un importante narcotraficante de la región, Daniel Carlos Segovia, al que además le brindaban "seguridad". Los narcóticos luego eran distribuidos entre "kioscos" del departamento Las Colonias, fundamentalmente de Esperanza, pero también de Franck, Las Tunas, San Carlos, Progreso y San Agustín, entre otras localidades. Los operadores de estos búnkers no sólo pagaban por la "mercancía", sino también por protección. Los uniformados les avisaban si había algún operativo que los tuviera en la mira. Quien decidía no abonar la cuota sufría un allanamiento. En algún caso, hasta era embagayado (se le plantaba droga) para asegurar el resultado "positivo" del procedimiento.
Segovia fue arrestado también el año pasado. Cayó en desgracia cuando su pareja llamó al 911 para denunciar que era víctima de violencia de género. La policía allanó su casa de calle Castelli al 4300 de la ciudad de Santa Fe y encontró balanzas con restos de cocaína y recortes de marihuana, numerosos proyectiles de diferentes calibres, una pistola Bersa calibre .22 LR con su cargador y munición, un fusil Mossberg-BA 200 899 calibre .308 camuflado, y una mira telescópica, entre otros elementos.
Entre las pruebas más importantes del caso figuran videos caseros en los que se ve a Segovia bajando de un auto de la Agencia de Investigación Criminal con un bolso lleno de billetes, aparentemente por la compra de droga.
El teléfono
Pero sin dudas, el elemento crucial en la investigación fue el celular de Cosentini, todo un capítulo aparte.
El aparato le fue incautado al policía en julio del año pasado, cuando todavía no se había destapado el escándalo de la brigada antidrogas. Cosentini había denunciado el extravío de su arma reglamentaria y entonces fue pasado a disponibilidad. Ese hecho estaba siendo investigado en la justicia provincial por el fiscal Ezequiel Hernández, quien solicitó el allanamiento del domicilio del sospechoso, en Laguna Paiva, y el secuestro del equipo.
El teléfono fue puesto a resguardo en el depósito de la AIC, pero cuando tiempo después lo fueron a buscar para analizar su contenido los peritos quedaron estupefactos. El celular había sido destruido y el chip partido a la mitad.
Luego de meses de trabajo, especialistas de la Gendarmería Nacional Argentina lograron reconstruir el dispositivo y extraer las conversaciones que habían quedado guardadas.
Mensajes
Entre las conversaciones más comprometedoras que lograron restaurase del teléfono de Cosentini figura la siguiente (textual):
Nos (N): "Al de San Carlos. Aumente nomás"
Cosentini (C): "100?"
N: "Si si. Bende y bende muy bien. Y acordate de mandarle a la ParA q baya viendo q piensa hacer"
C: "Si si recién le mande"
N: "El de San Carlos se compró un auto y reparte en auto el tipo"
C: "Y nosotros unos piojos"
N: "También le podés decir lo mismo…Q con el cambio de autoridades … No exigen aumentos o travajar con la nuestra"
Días después, se registró otra:
C: "Che fiera yo te quería preguntar si me podía quedar con 100 de la mina concho para el viaje la quincena que vienen no hagarro nada"
N: "Ok ok … Akordate q el gringo nos dio 15 días para solucionar lo de las cosas q faltan … Fijate como manejas eso … Yo ya puse mucha plata para el arreglo de los autos"
C: "Ah bue bueno si"
"Aquí cabe señalar que Oliva como Jefe inmediato de los agentes policiales Nos y Cosentini, era nombrado por estos como el 'Gringo' o 'Jefe de drogas', siendo el primero de los apodos confirmado por el propio imputado en su acto de ampliación indagatoria", explicó el magistrado en la resolución.
A principios de 2023 se dio el siguiente diálogo:
N: "Ola amigo … Che yo pensaba en que laburen 15 días mas … El puto y el de San Carlos … Así le meto unas filmaciónes … Y después los ago cortar … Mandale y fíjate q tedicen … Q le damos una quincena mas"
C: "Si igual dijo que vendía lo que le quedaba … Ah bueno le digo … 260mil havia … Jajajajaja lo que me dio el puto"
N: "No tengo idea … No conte … Yo saque 100 para el gringo 30 para la gringa y 50 para el auto… Ya fue desile … Se lo dimos al jefe de región y sin contar"
C: "Si yo le dije así como no los da lo mandamos ni lo conté … Amigo voy hasta espe las chicas ya tienen eso y así le pago la mercadería al vagao"
N: "Okey okey … Fíjate que kerian 400 … 200 para cada una"
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