Carlos Retamal
La cifra se asemeja a las registradas en 2014, hasta ahora el año más violento desde que se llevan estadísticas. Hechos relacionados con ajustes de cuentas o sicariatos de tinte narco, encabezan los fríos informes. Y mientras avanza lentamente el nuevo destacamento de Gendarmería en el noroeste rosarino, la saga de muerte no cesa.
Carlos Retamal
El año 2022 viene movido, demasiado movido. Transcurrido el primer semestre, la incertidumbre en materia política, económica y social es tema de charla en cualquier esquina. Y en el departamento Rosario, además de eso, se percibe otro nivel de preocupación que va de la mano de la inseguridad, que no es exclusiva del sur santafesino, pero que se ve golpeado como muy pocas veces en su historia.
Julio, primer mes del segundo semestre, finaliza con 23 asesinatos, uno cada 31 horas, cifra que compite palmo a palmo con el séptimo mes del año 2014, hasta el momento el más violento desde que se llevan registros estadísticos que dejan de lado a las víctimas y que muchas veces nos hacen pecar y mirar hacia el lado de la numerología y no del sentimiento, y de la poca importancia que algunos le dan a la vida.
Dentro de ese número de muertes encontramos a siete mujeres que fueron asesinadas con un grado de violencia inusitado.
Al hablar de violencia inusitada podemos mencionar el crimen de Elvira Ramona Toledo, una joven de 27 años, oriunda de la ciudad de Rafaela, la llamada Perla del Oeste Santafesino, quien fue asesinada de un certero disparo en el cráneo en el ingreso a un pasillo de barrio Tablada, en la zona sur de Rosario.
El homicidio se produjo pocos minutos antes de las 20 del miércoles 7, en Garibaldi al 200, entre Ayacucho y Patricias Argentinas, en la zona conocida como 'La U' o Cordón Ayacucho. El homicida llegó caminando, y casi sin diálogo previo, sacó un arma y le disparó a la joven desde muy corta distancia. Toledo quedó tendida en el piso y falleció a los pocos minutos. Horas después de su ejecución se conoció que la joven había tenido distintos problemas con la ley y en julio del año pasado habían atentado contra su vida cuando vivía al noroeste de la ciudad de Santa Fe.
“Tenía varios antecedentes”, mencionaron funcionarios de diversa jerarquía tomados como fuentes, como si eso fuera un justificativo sobre el violento episodio.
Tres días después, una mujer de 33 años fue hallada asesinada de un disparo en el cráneo sobre calle Ameghino al 200, en la misma manzana donde 3 días antes habían matado a Elvira Toledo, también de un disparo en el cráneo.
En este caso, la víctima fue identificada como Vanesa Belén Arredondo, quien fue hallada con una herida de arma de fuego que ingresó por el parietal derecho y le provocó la muerte en pocos minutos. Según indicaron en su momento fuentes policiales y judiciales a este diario, en base a una primera ronda de testimonios con vecinos de la zona, nadie reconoció a la víctima como residente en el barrio.
El hallazgo de dos cuerpos femeninos, con heridas de arma de fuego, tiradas en un descampado ubicado en el límite oeste entre Rosario y Pérez, volvió a meter a Rosario y su zona de influencia en los canales de televisión porteños, debido a todo el escenario que rodeaba al hallazgo: eran dos hermanas, se las conocía como coquetas, que usaban joyas y alardeaban de ello y que tenían varios disparos en el cráneo.
Los cuerpos habían sido encontrados por un huertero de la zona, que llamó al 911 y denunció que había dos cuerpos en un descampado. La Policía llegó al lugar y también el fiscal, que pidió que se trabaje bajo protocolo de femicidio, por lo que los cuerpos fueron preservados y trasladados hasta el Instituto Médico Legal (IML), con sus ropas puestas.
Antes de retirar los cadáveres, fueron identificados por un hermano y la pareja de una de las jóvenes. Y en la autopsia se comprobó que Estefanía tenía 8 impactos de bala, dos de ellos en el cráneo y Marianela otros cuatro, dos de ellos en la cabeza.
“Estamos hablando de la muerte violenta de dos mujeres en un contexto de violencia de género por la atrocidad y violencia con que fueron cometidos los hechos y también por la forma y el lugar de descarte de los cuerpos”, remarcó en su momento el fiscal Patricio Saldutti, previo a ordenar el arresto de al menos dos personas, que finalmente fueron imputados por los delitos de femicidio, homicidio calificado por el concurso premeditado de personas, homicidio criminis causae; y robo calificado.
Otro asesinato, que derivó en varias marchas y manifestaciones de parte de familiares y allegado a las víctimas, ocurrió en el atardecer del sábado 23 cuando varias personas estaban esperando la llegada de un colectivo en el inicio del recorrido de una línea de transporte.
El hecho se produjo poco después de las 19 en Isola y Maestros Santafesinos, cuando pasaron dos autos con varias personas en su interior intercambiando disparos de arma de fuego. Algunas versiones indican que el ataque fue entre los ocupantes de ambos rodados; o que los disparos fueron contra el complejo de viviendas que se levanta sobre la vereda oeste, en el cual ya hubo varios hechos similares e incluso un crimen en mayo del año pasado; y otras señalan que las balas tenían como destinatarias a las personas que en ese momento estaban en la plaza y en la parada de colectivos ubicada sobre el lateral este.
Como resultado de esa violenta y demencial balacera, en la cual vecinas y vecinos dicen haber escuchado no menos de 40 detonaciones, Claudia Mercedes Deldebbio, de 58 años, fue alcanzada por disparos en la zona de cráneo, tórax, espalda y miembros superiores e inferiores, y falleció prácticamente en el acto.
En el mismo episodio resultó herida de gravedad su hija, Virginia F., de 32 años, que fue trasladada por vecinos del lugar al hospital Roque Sáenz Peña y posteriormente se la derivó en ambulancia al hospital de emergencias Clemente Álvarez, con dos heridas de arma de fuego en el pecho y múltiples impactos en ambos miembros inferiores. La mujer quedó internada en el área de cuidados intensivos, en estado grave. En el transcurso de una semana fue operada en varias oportunidades, y su pronóstico sigue siendo grave.
En la noche del 26 de julio, en inmediaciones de Ottone y Génova, en barrio Empalme Graneros, una joven de 22 años identificada como Brisa Maitén Brest recibió un disparo en el abdomen.
Según fuentes policiales y judiciales, el hecho se produjo cuando la víctima salía de un local comercial tipo kiosco ubicado por calle Ottone. En ese momento pasó una motocicleta con dos personas hasta el momento no identificadas, que realizaron disparos de armas de fuego, hiriendo a Brisa.
Otra versión señala que la joven estaba en la puerta del kiosco junto a su hijo de 5 años, esperando a su pareja que estaba realizando unas compras en el interior del local.
Mientras que una tercera versión indica que el ataque se produjo en la puerta de una vivienda donde funcionaba un búnker de venta de drogas, a metros de una canchita de fútbol que a la hora del ataque estaba llena de gente, que se dio a la fuga en distintas direcciones porque se escucharon varios disparos.
Independientemente de los dichos, versiones y trascendidos, la joven quedó tendida en el piso y fue trasladada hasta el hospital Alberdi, donde fue atendida y debido a la gravedad de su lesión, fue derivada al hospital de emergencias Clemente Álvarez, donde falleció pocos minutos después de ingresar.
Poco más del 25% de los crímenes de julio tuvo como víctimas a mujeres, porcentaje que viene en franco y preocupante ascenso (al igual que los índices de violencia en general) en el departamento Rosario.
Dentro de la saga prácticamente interminable de muertes hubo un crimen que llamó la atención: el de un joven de 28 años, identificado como Luciano Roberto Muscio, quien en la tarde del domingo 3 iba en moto con su novia por la autopista que une Rosario con Buenos Aires.
Cuando estaban a la altura del puente de acceso a la A012, en jurisdicción de Alvear, otra moto con dos ocupantes se le puso a la par y uno de los motociclistas sacó un arma de fuego y le efectuó varios disparos a Muscio, que perdió el control de la moto y, junto a su novia, cayó al pavimento. La escena, que ocurrió en contados segundos, fue vista por distintos automovilistas, que fueron pasando de largo y algunos incluso aceleraron, ante el temor de ser atacados.
La policía llegó al lugar luego que varias personas llamaran al 911 y algunas contaran lo ocurrido en la estación de peaje ubicada a la altura de General Lagos. Al revisar el cuerpo del joven, constataron que había fallecido, mientras que la joven tenía algunos golpes y fue trasladada en ambulancia a un hospital de Rosario, donde fue atendida y luego dada de alta.
La moto de la víctima no estaba en el lugar, por lo que se presume que los autores del ataque se la llevaron, señaló un vocero del caso, que es investigado como homicidio en ocasión de robo.
Mientras las cifras de muertos siguen en aumento, posicionando al año 2022 como el más violento desde que se tienen registros estadísticos, el prometido destacamento que iba a montarse antes de la finalización de marzo y que luego se corrió un mes, sigue sin estar listo.
Finaliza julio y siguen siendo pocos los módulos habitacionales (contenedores reformados) colocados en el predio que fue cedido por el municipio rosarino, sobre la colectora oeste de Circunvalación, a muy pocos metros del arroyo Ludueña y del Bosque de los Constituyentes.