Este lunes 21 de junio se cumplió un mes del fallecimiento de Lara Candela Arreguiz, la joven de 22 años, estudiante de Veterinaria, que tras contraer Covid, pasó por tres centros públicos de internación y a raíz de su deceso la familia radicó una denuncia penal.
El pasado viernes, los abogados Diego Lorefice y María Guillermina Gómez, presentaron un escrito al fiscal Estanislao Giavedoni, para ser tenidos en cuenta como querellantes, como apoderados de Claudia Sánchez y de Alejandro Arreguiz, padres de Lara.
"Venimos por el presente a solicitar la debida constitución como parte querellante", dice brevemente el escrito presentado ante el Ministerio Público de la Acusación el 18 de junio, en el marco de la carpeta judicial: "IPP sobre/ investigación de causa de muerte: víctima: Lara Candela Arreguiz".
La novedad fue confirmada por el representante legal Diego Lorefice, quien a su vez informó del resultado de la autopsia y de las medidas que pretenden cumplimentar durante esta semana.
"De la autopsia -realizada el 3 de junio- hay un informe preliminar que no arroja mayores datos". No obstante, "se han extraído algunas muestras para su análisis en laboratorio", dijo el letrado de la familia.
Lorefice confirmó que "el viernes solicitamos la constitución como parte querellante" y adelantó que "esta semana podría haber novedades" ya que "se van a producir tres testimoniales: dos amigos de Lara y una tía, que es hermana de la madre, principalmente para extraer las conversaciones de Whatsapp de los celulares".
Además, adelantó que "vamos a pedir una inspección in-situ para que la mamá reconozca los lugares donde estuvo Lara", en referencia a los hospitales Protomédico de Recreo y el Iturraspe Nuevo; y "para que el papá vaya al Iturraspe Viejo".
Lara Arreguiz murió el viernes 21 de mayo en el Viejo Hospital Iturraspe, donde se encontraba internada por un complejo cuadro de salud tras contraer el virus Sars-Cov2. La joven se encontraba en su departamento de estudiante en la ciudad de Esperanza, cuando el 13 de mayo comenzó con los síntomas.
Al día siguiente volvió a Santa Fe junto con su madre, y allí comenzaron su peregrinar por tres hospitales, hasta que finalmente la internaron el martes 18, tres días antes de su fallecimiento. Lara era insulino dependiente, tenía hisopado positivo para Covid y cursaba una neumonía bilateral de forma ambulatoria, presumiblemente por la falta de camas o por un diagnóstico erróneo en el lugar donde fue atendida.
El caso tomó estado público nacional cuando tras la muerte, se viralizó una foto de Lara tirada en un pasillo del Nuevo Iturraspe, con un bolso de almohada y tapada con una campera prestada.
El 25 de mayo, la mamá de la joven fallecida radicó una denuncia penal bajo el encuadre legal de "homicidio con dolo eventual y presunto abandono de persona". Fue en la sección Homicidios de la Agencia de Investigación Criminal (AIC), por la presunta responsabilidad penal del personal médico, de enfermería y seguridad que la atendió en tres nosocomios de las ciudades de Santa Fe y Recreo.