El Litoral / La Voz del Interior
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La joven de 21 años víctima de un aborto clandestino se recupera en un instituto médico público de la ciudad de Córdoba, donde está internada en terapia intensiva y bajo tratamiento con antibióticos. Fue derivada desde la Maternidad provincial con el diagnóstico de aborto séptico. Allí, por la gravedad de las lesiones con las que llegó el sábado último, fue sometida a una histerectomía.
Ayer, el ministro de Salud de la Provincia, Francisco Fortuna, pidió “prudencia para proteger a la paciente de un caso muy particular”. “La obligación es proteger la confidencialidad de la relación paciente-médico”, agregó.
En ese marco, una autoridad del hospital donde se encuentra internada la joven dijo ayer: “Está en la terapia intensiva con cobertura antibiótica, su cuadro es estable, pero con riesgos potenciales, por eso está bajo estricta asistencia médica”.
Pese a que la directora de la Maternidad, Viviana González, no confirmó durante el fin de semana que se hubiera tratado de un aborto inducido, profesionales que trabajan en ese instituto médico afirmaron que se trató de un aborto provocado en condiciones inseguras.
Profesionales de la salud consultados explicaron que los cuadros infecciosos, o sépticos, provienen en casi todos los casos de abortos en condiciones inseguras.
Desde la Red de Profesionales por el Derecho a Decidir difundieron un comunicado en el que sostienen que aunque la vida de esta mujer está fuera de peligro, esa vida no es “un hecho biológico, sino una configuración de emociones, proyectos, propósitos, relaciones y amores”. “Esta vida quedó afectada fuertemente (...). La clandestinidad mata o nos deja con secuelas graves y de por vida”, afirmaron los médicos nucleados en la red.
Y denunciaron que “las autoridades provinciales siguen silenciando la realidad de los abortos en Córdoba y sus consecuencias” y que el Ministerio de Salud “continúa disciplinando a trabajadores de la salud impidiéndoles expresarse públicamente”.
En redes sociales, la diputada Brenda Austin, la legisladora Liliana Montero, y otras referentes hicieron público su pesar por la situación de esta mujer. “Dejar las cosas como están no salva a nadie”, escribió Austin.
De acuerdo con la reconstrucción que realizaron desde la Red de Profesionales por el Derecho a Decidir, la joven ingresó a la Maternidad Provincial el sábado próximo pasado alrededor de las 23 “con un aborto en curso, con perforación de útero probablemente por el uso de una sonda”.
Anoche, el Ministerio de Salud mantenía su decisión de no judicializar el caso. En un hecho similar ocurrido en la ciudad de Córdoba el año pasado (una joven de 19 años a la que le extrajeron el útero por las consecuencias de un aborto ilegal), la Justicia aplicó la “pena natural”, es decir que el dolor de la mujer es mayor a lo previsto en el Código Penal.