El juez penal de Santa Fe, Nicolás Falkenberg ordenó la prisión preventiva para cinco personas, tres de ellos miembros jerarquizados de la Policía Provincial que se desempeñaban en comisarías de la capital y alrededores. La Fiscalía los acusa de formar parte de una banda dedicada a cometer delitos desde hace por lo menos una década, pero cuyo accionar sólo puede comprobarse desde el 2020 en adelante.
La medida cautelar alcanza a los policías Gabriel Ernesto Lemos (defensa de Pedro Busico y Eugenia Campillay), Leonel Alejandro Almada (defensa de Agustín Márquez), Maximiliano Miguel Ángel Morgans (defensa de Romeo Díaz Duarte), y los particulares Alejandro Gastón Medrano (defensa de Luis Hilbert y Juan Carlos Medrano) y Federico Andrés Kaipl (defensa de Gustavo Abraham).
En el caso del comisario Morgans y de "Andesito" Kaipl, éste último recientemente condenado por el homicidio del agenciero Hugo Oldani, sus respectivas defensas optaron por aceptar las cautelares se retiraron de la sala. Mientras que los tres restantes participaron de un extenso debate a lo largo de más de tres horas.
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Fueron los fiscales de la Unidad de Delitos Complejos del MPA, María Laura Urquiza y Ezequiel Hernández, quienes este martes solicitaron que todos los involucrados continúen el proceso privados de la libertad, alegando no sólo la verosimilitud y los distintos grados de participación que tuvieron en los hechos descriptos, sino también por haberse acreditado riesgos procesales, como el peligro de fuga y entorpecimiento probatorio y por corresponder a los delitos descriptos penas elevadas, de cumplimiento efectivo.
La fiscalía enumeró cuatro hechos delictivos. El primero de ellos signado bajo la figura de la asociación ilícita (algunos como organizadores y otros como miembros) conformada en el período 2020 a enero de 2023, y dedicaba a cometer robos -en algunos casos muy violentos- en Santa Fe y sus zonas aledañas, para los cuales hasta se usaron uniformes y móviles policiales.
Mirá tambiénPreventiva para el comisario y el resto de la banda que tomó la seccional del LeyesAsimismo, señalaron que dicha asociación tiene vínculo directo con el asalto a la subcomisaría 20° de Arroyo Leyes y el posterior robo a una casa vecina, acontecido el 17 de noviembre del año pasado, de la cual participaron unas 8 personas, de las cuales dos están prófugas y una falleció en la fuga.
Reclutado para robar
No obstante, se encuentran en prisión preventiva por ese hecho el comisario Sebastián Pallavidini y el civil Martín Viña. Fue justamente éste último quien acuciado por la violencia con la que fue tratado durante su detención, decidió colaborar con la investigación, aportando datos certeros y que la fiscalía corroboró de manera exhaustiva en audiencia.
Viñas contó que fue reclutado por Morgans y Lemos allá por el año 2012, cuando los uniformados revestían en Seguridad Personal de la URI. Según el relato fiscal, desde aquella época policías y ladrones "se veían a diario, consumían estupefacientes, salían por las noches y cometían robos".
Mirá tambiénRobaron en una casa en pleno centro de Santa FeEl relato de Viñas se encuentra apoyado y corroborado con tres teléfonos secuestrados, uno era el de Kaipl (detenido en la causa Oldani) y otros dos corresponden al propio "Pato" Viña, que utilizó en dos etapas diferentes y que fueron secuestrados en el marco de una causa federal uno y provincial el otro.
De los chats de Whatsapp se desprende el trato frecuente y de confianza, secundado por conversaciones acerca de "hacer laburos" para lo cual compraban precintos y estudiaban gente a la que luego achacaban con la cobertura policial.
Un móvil de campana
Puntualmente, la fiscalía le atribuyó a la banda tres robos concretos: Primero, el 25 de noviembre de 2020, el ingreso a una casa de calle Moreno al 2600 donde sorprendieron a la dueña de casa durmiendo junto a sus hijos menores. Desde allí se llevaron $ 180.000 y para ingresar utilizaron la llave que tenía la empleada y que la pareja de ésta se la entregó a uno de los miembros de la banda.
El 20 de agosto de 2021 parte de la banda ingresó a una vivienda rural, ubicada en el km 30,5 de la ruta 1 en el paraje Los Zapallos, donde sometió a un empleado y la dueña de casa, una mujer de 79 años, en busca de dinero y joyas. En ese caso, el policía Almada está acusado de haber utilizado un móvil para hacerles de campana, a la vera de la ruta a unos 500 metros de distancia.
El tercero ocurrió el 6 de marzo de 2022 en jurisdicción de Recreo, en Ruta 11 km 482, de donde se llevaron $ 90.000 y las llaves de una camioneta Hilux, tras no lograr dar con el botín en oro que pretendían llevarse.
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Esa noche, se presentaron a la vivienda en una camioneta blanca VW Amarok simulando un operativo policial. El comisario Morgan era quien "hacía de policía" dijeron los fiscales haciendo notar la paradoja.
A cara descubierta, de uniforme, lentes de ver y una carpeta en la mano, "Maxi" Morgans convenció al dueño de casa -un quintero boliviano- para que le abriera la puerta. En ese caso, la víctima fue obligada a subir a la caja de la camioneta, con las manos atadas y bajo la orden de no mirarlos, caso contrario le pegarían un tiro.
Fue abandonado en pleno campo a 2 km de su casa y en medio de la oscuridad. Según se cree, la banda iba tras su padre, un supuesto comprador de oro conocido en el mercado de productores de frutas y verduras de Santa Fe.
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