Cuatro reclusos muertos en la cárcel de Las Flores y uno en Coronda -aunque las autoridades provinciales aseguran que este último fue en un hecho previo al levantamiento- fue el saldo de los motines que se desataron este lunes después del mediodía en los dos establecimientos penitenciarios. Además, se registraron cuantiosos daños materiales en los penales y algunos agentes penitenciarios heridos.
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Según dijo a El Litoral el secretario de Justicia, Gabriel Somaglia, la revuelta comenzó de manera casi simultánea en las dos ciudades. En Coronda se sublevaron cuatro pabellones a los que luego se sumaron otros dos, en un número de internos menor al que se terminó levantando en Las Flores. En Coronda se conversó con delegados de los presos, quienes formularon pedidos para profundizar medidas de profilaxis, y liberar plazas mediante prisiones domiciliarias para internos que cursaran enfermedades. “Pero cuando vimos que pasaba el tiempo y seguían con pedidos que no tenían nada que ver con la situación de pandemia, nos dimos cuenta de que la estrategia era dilatar para que llegara la noche. Desde allí se tomaron medidas disuasivas y se logró, mediante balas de goma que disparaba el personal carcelario, que los reclusos que habían ganado los techos, se bajaran”, relató.
“Fueron más los heridos del personal penitenciario que recibieron golpes por piedrazos y tejazos, que los propios reclusos. Incluso, uno de los agentes que se quedó sin balas de goma, se arrojó desde uno de los techos”, contó.
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En Coronda, el trabajo se llevó adelante a través del Grupo de Operaciones Especiales del Servicio Penitenciario, aunque cerca de las 21 también arribó al lugar el ministro de Seguridad, Marcelo Saín, junto a las Tropas de Operaciones Especiales (TOE) y Grupos de Operaciones Tácticas (GOT), ambas dependientes de la policía de la provincia, que garantizaron esencialmente la custodia del perímetro del penal.
En cuanto a los daños materiales, en Coronda se destrozaron espacios comunitarios como IAPIP, parte de la carpintería y herrería donde se reparaban camas, y la sastrería donde los propios internos estaban confeccionando barbijos. “Conspiraron contra las propias medidas de seguridad que ellos decían defender. Conspiraron contra un espacio de la propia institución que los alberga. Siempre es muy anhelado llegar al sector de industrias, porque es el previo paso a lograr la libertad. Pero lo destrozaron. Conspiraron contra sus propios intereses”, resumió.
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La situación en Las Flores fue de mayor tensión porque las bases no respondían a los delegados con los que el Servicio Penitenciario intentaba negociar. “El desmadre fue allí más importante en cuanto a personas involucradas y espacios afectados. Por eso allí intervinieron fuerzas del Ministerio de Seguridad que actuaron en apoyo de las fuerzas penitenciarias”, contó.
“En la medida que avanzaban las horas había que tomar una decisión porque no había luz. Así que se procuraron elementos lumínicos en lugar de esperar la madrugada, y se resolvió intervenir de manera inmediata. Se actuó con inmediatez y fuerza y una vez que se pudo acceder", precisó. Por el hecho hubo cuatro internos fallecidos.
Respecto de los destrozos, Somaglia dijo que “son mayúsculos. Diría que el setenta por ciento del penal está inutilizado”. Frente a ello, el funcionario admitió que “se deberán agudizar las medidas de seguridad. Por estas horas se hacía un inventario de lo ocurrido y dejado. Pero para ejemplificar, destrozaron el servicio médico y la escuela; hay pabellones completos destruidos”.
La situación en Las Flores recién se normalizó en la madrugada de este martes. Confirman que no hubo evadidos ni rehenes.