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El productor de cumbia y empresario narco, Raúl Narciso Basimiani, cuenta con una condena a 6 años por tráfico de drogas y un proceso abierto por lavado de dinero; además iba a ser juzgado esta semana por el TOF pero se postergó por razones de agenda.
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El Tribunal Oral Federal de Santa Fe rechazó la semana pasada un nuevo pedido de prisión domiciliaria para el empresario narco Raúl Narciso Basimiani, que está privado de su libertad desde el 7 de noviembre de 2013 y actualmente se encuentra alojado en la cárcel de Las Flores. El acusado, quien ya tiene una condena por tráfico de drogas y atraviesa una causa por lavado de activos producto del narcotráfico en instrucción, iba ser llevado a juicio esta semana -el inicio del debate estaba previsto para el 25 de septiembre-, pero se suspendió a comienzos de este mes, dada la cargada agenda de audiencias que afronta el único tribunal de juicio con el que cuenta el centro-norte de la provincia.
El abogado defensor, Néstor Darío Pereyra, planteó el “incidente de prisión domiciliaria” para Basimiani aludiendo a que “la enfermedad que padece es diabético, insulino dependiente- se ha profundizado, ocasionándole dificultad en el desplazamiento” dentro del ámbito carcelario. Su defensor sostiene que “una cárcel no es un lugar adecuado para el tratamiento de sus padecimientos” y solicitó medidas, entre otras un informe del Servicio Médico del Instituto de Detención de la Capital U-2, respecto de su estado de salud.
Rechazo
El fiscal general Martín Suárez Faisal se opuso a la solicitud considerando que el caso no encuadra en los supuestos previstos por la ley (en referencia al artículo 10 inc. “a” del Código Penal y 32 inc. “a” de la ley N° 24.660).
En tal sentido, el tribunal entendió que dicho beneficio “se trata de una alternativa para situaciones especiales en las que los muros de la cárcel son sustituidos por un encierro en el domicilio fijado”. Y “si bien se ha acreditado la patología médica padecida por Basimiani, no encontramos que la misma no pueda ser tratada adecuadamente en el establecimiento carcelario, ni que la situación pueda resolverse por el hecho de que cumpla su prisión en forma domiciliaria”.
En síntesis, los jueces José María Escobar Cello, María Ivón Vella y Luciano Homero Lauría, consideraron que “no resulta oportuno ni conveniente transformar la modalidad de detención que viene sufriendo el imputado” por lo que “debe rechazarse la solicitud de prisión domiciliaria, recomendando a las autoridades de la unidad de detención el deber de garantizarle el adecuado tratamiento médico, así como el traslado a los centros asistenciales que correspondan para una adecuada atención a su salud, en caso de ser necesario”.
Procesados
Basimiani se encuentra procesado como presunto autor del delito de comercio de estupefacientes, agravado por servirse de menores de 18 años, en concurso real con tenencia de estupefacientes con fines de comercialización; junto con su esposa, Angélica Soledad González, quien es coimputada en la misma causa.
“El juicio oral estaba previsto para comenzar este lunes, pero se suspendió para nueva fecha para cuestiones de agenda”, confirmó su defensor Néstor Pereyra.
Fuentes judiciales señalaron además que la causa que está elevada a juicio se inició a partir de una investigación de la Policía de Rosario, por escuchas telefónicas en la cárcel de Coronda, donde se encontraba alojado anteriormente. Producto de las intervenciones se pudo establecer que Basimiani, que estaba preso desde fines de 2013, continuaba manejando el negocio de estupefacientes intramuros.
El período en el cual se enmarca la causa se sitúa entre los meses de agosto y octubre de 2016, en el cual “Basimiani utilizó desde Coronda dos celulares para coordinar maniobras de tráfico de drogas ejecutadas de propia mano por González, quien para entonces recibía sus puntuales indicaciones a través del uso de dos líneas telefónicas”, señaló el fiscal Walter Rodríguez en su requerimiento de elevación a juicio del 30 de marzo último.
Condena previa
El 4 de diciembre de 2015 Raúl Narciso Basimiani fue condenado a 6 años de prisión efectiva por el comercio de drogas en el marco de un juicio abreviado. En la misma causa recibieron condena de 4 años y medio de cárcel su hermana, su cuñado y un sobrino; también se decomisaron dos autos -un Mitsubishi Eclipse y un VW Fox-, que fueron secuestrados en los allanamientos del 7 de noviembre de 2013 en Colastiné y Santa Fe.
El tribunal que integran los jueces José María Escobar Cello, María Ivón Vella y Luciano H. Lauría homologó el acuerdo alcanzado por las partes -Ministerio Público Fiscal y defensas- en el que los cuatro imputados aceptaron su responsabilidad en el delito. Además de Basimiani, la condena alcanzó a su hermana Miriam Saucedo, su cuñado Martín Godoy y su sobrino Jonatan Saucedo por el delito de “tenencia de estupefacientes con fines de comercialización”.
Puntualmente fueron acusados por venta de drogas en dos kioscos de la avenida Aristóbulo del Valle, El Puente y El Tatengue, ubicados en Aristóbulo al 5531 y 5167 respectivamente; así como dos búnkeres ubicados en calle Mitre 7910 y Belgrano 4650, de Santa Fe.
Además, en septiembre de 2014 se condenó a penas de cuatro años de prisión a Karen Gauna (novia de Jonatan Saucedo, sobrino de Basimiani) y a Mónica Ocaño, por “tenencia con fines de comercialización” en un kiosco ubicado en calle Rivadavia al 8000, también regenteado por Basimiani.
Fue determinante para la firma del abreviado la declaración de un testigo de identidad reservada, durante el juicio oral contra el ex jefe de policía Hugo Tognoli, condenado en octubre de 2015. En ese debate quedó de manifiesto que Basimiani era socio de Daniel el “Tuerto” Mendoza -también condenado-, detenido en la misma casaquinta en la que fue apresado Basimiani un año más tarde.
Lavado de dinero
A su vez, Basimiani y su esposa González, están siendo investigados por el fiscal federal Walter Rodríguez, por el delito de lavado de dinero proveniente del narcotráfico, por lo que ambos fueron citados a indagatoria por el juez Francisco Miño a principios de septiembre. Puntualmente son investigados por la propiedad de dos casas ubicadas en calle Mitre 7910 y Castelli 1770. Éste nuevo pedido de indagatoria se suma a otro (mayo/junio de 2016) por tener la esposa de Basimiani seis vehículos a su nombre cuya compra no pudo justificar con ingresos legales.