POR GUSTAVO CAPELETTI
Un chico fue hallado colgado de una soga en su casa. Fue reanimado por policías y permanece internado en estado reservado. Por otra parte, una chica ingirió varias pastillas.
POR GUSTAVO CAPELETTI
La ciudad de Reconquista amaneció este viernes en medio de una conmoción generalizada a raíz de dos hechos de extrema gravedad en los que menores de edad intentaron terminar con sus vidas.
El primero de los sucesos ocurrió en la noche del jueves. A las 22:30, en el periférico barrio Virgen de Guadalupe, situado en el extremo oeste de la ciudad, un chico de 10 intentó ahorcarse en su precaria vivienda del asentamiento sur.
Justo cuando intentaba quitarse la vida, fue visto por sus hermanitos menores que dieron aviso a su vecino, quien se acercó con celeridad, lo descolgó y llamó una patrulla del Grupo de Operación Táctica de la policía que recorría la barriada en forma preventiva.
Al llegar al lugar los informados se encontraron con el cuerpo del menor y comenzaron con la práctica de reanimación cardiopulmonar (RCP) hasta que lograron estabilizarlo. Luego, una ambulancia del servicio de emergencias 107 trasladó al menor hacia el Hospital Central de Reconquista donde permanece internado en estado reservado.
“Esto tarde o temprano iba a ocurrir”, fue el testimonio de los vecinos: “estaba con sus hermanitos, sin el cuidado del padrastro; lo hacían cocinar y lavar la ropa”, aseguraron quienes lo veían a diario.
En el lugar trabajaron personal del Destacamento de Guadalupe, del GOT, el jefe de Zona I subdirector de Policía Guillermo Solari, el jefe de la Unidad Regional IX subdirector de Policía Gustavo Fernández, y miembros del Departamento Científico Forense de la Región 4 Reconquista.
Mientras, la recientemente designada Delegada Regional de Niñez y Familia, Graciela Cereijo, indicó el área que conduce se encuentra trabajando con asistentes sociales en el territorio para determinar las causas que llevaron al menor a tomar esa drástica decisión.
La funcionaria, nombrada en su cargo el miércoles pasado por el gobierno provincial luego de su paso por la esfera social municipal, admitió a medios locales que “no tenemos intervención previa” en el caso.
FUERA DE PELIGRO
Cuatro horas antes, en una vivienda del barrio La Cortada, ubicado en la zona este de Reconquista, una chica de 13 años ingirió varias pastillas.
A las 18:25 del jueves una comisión policial acudió a una vivienda del barrio La Cortada (ubicado en la zona este de Reconquista) donde entrevistaron a un hombre de 66 años, quien dijo ser el abuelo de una menor de 13 años y manifestó que su nieta ingirió varias pastillas, por lo que la trasladaron en un auto particular al nosocomio local.
Los efectivos policiales también hablaron con la madre de la niña, quien dijo desconocer qué motivó a su hija a tomar esa determinación.
La chica fue examinada por el médico de turno, el Dr. Pablo Camacho, quien confirmó que se encuentra fuera de peligro tras vomitar los comprimidos.
CASO TESTIGO
Estos hechos trajeron el recuerdo de un caso tristemente emblemático. El domingo 14 de agosto de 2016, Jésica Noemí Z., de tan solo 11 años, luego de participar en la celebración del Día del Niño en Puerto Reconquista, tomó el cinto de su guardapolvo escolar y se ahorcó en el interior de su casa. Según describió la policía, los mismos hermanos la hallaron, la descolgaron y la acostaron sobre una mesa.
El hecho causó angustia y conmoción en la comunidad norteña en un nivel pocas veces visto y, al igual que ahora, ni el Estado ni ninguna entidad u organización social llegaron a tiempo para prevenir y contener. Ni siquiera lo advirtieron. Jésica vivía con su familia en el barrio del arenal de la zona portuaria de Reconquista, un sector de extremas carencias.
La autopsia permitió establecer que la menor fallecida era víctima de abusos desde largo tiempo. No obstante, con el paso de los años la causa, caratulada como “suicidio”, quedó archivada y nunca hubo imputados.