Fue en la noche de Navidad de 2020 cuando la vida de la familia Nicola cambió para siempre. Fue en cuestión de segundos que la tradicional celebración se convirtió en tragedia.
Familiares de Luciano Nicola (19), muerto tras ser atropellado el 25 de diciembre de 2020, piden celeridad en la investigación. También denuncian maniobras de la defensa del imputado, para invalidar una prueba.
Fue en la noche de Navidad de 2020 cuando la vida de la familia Nicola cambió para siempre. Fue en cuestión de segundos que la tradicional celebración se convirtió en tragedia.
Aquella jornada Luciano Nicola (19), luego de brindar con sus padres y hermanos, dispuso todo para disfrutar de una salida junto a sus amigos sin imaginar que sería la última.
Los jóvenes asistieron a una fiesta clandestina realizada en jurisdicción de Colastiné, la que fue clausurada por la Municipalidad de Santa Fe cerca de las 4 de la mañana.
Varios de los asistentes habían ido al lugar en camionetas y combis que estaban contratadas para llevarlos y traerlos de vuelta a Santa Fe.
Pero cuando la fiesta fue clausurada, muchos quedaron sin vehículo para volver a sus hogares. Fue entones cuando la policía les indicó que debían volver caminando por la ruta. Principio del fin.
Eran las 5,45 cuando Luciano caminaba por la ruta 168, a la altura del club de Caza y Pesca, y fue embestido por un automóvil que circulaba a gran velocidad.
"El impacto fue tremendo. El cuerpo de Luciano voló 26 metros para adelante. Y el auto recién paró a unos 200 metros del lugar", precisó Rodrigo Nicola, padre de la víctima.
De acuerdo al relato de testigos, tras el hecho el conductor del coche bajó del rodado y empezó a hablar por su celular de manera desesperada. Minutos después subió a otro auto que se lo llevó de la escena.
Luego, alrededor de las 9,30 de la mañana, un hombre a quien se identificó como Francisco Mario Sánchez (32) se entregó en la subcomisaría 4ta de Colastiné.
Las primeras medidas de prueba para un siniestro vial (exámenes toxicológicos y otros para el conductor del auto) quedaron a cargo del fiscal Ignacio Orio.
Luego las actuaciones fueron remitidas a la Oficina de Accidentes de Tránsito del MPA, a cargo de la fiscal Carolina Parodi, donde tramita la causa pertinente.
Una vez enterados de la muerte de su hijo, la familia Nicola emprendió su búsqueda de justicia. Claro que transitar este camino le viene significando algo muy parecido a un calvario.
Uno de los datos vitales en esta historia refiere al análisis de alcoholemia realizado al conductor del automóvil.
"Nosotros sabemos que el estudio de alcoholemia le dio positivo (grado 1,5) pese a que se hizo 6 horas después del accidente. Esos resultados constan en las actas de dos médicos policiales", reveló Nicola.
"Sin embargo, el 30 de marzo fuimos citados para una audiencia multipropósito. Allí nos enteramos que la defensa de Sánchez solicitó invalidar la prueba de alcoholemia porque faltaría una planilla que no se confeccionó en sede policial", agregó.
Otra de las cosas que pedimos es un peritaje técnico. Queremos saber cómo fue la mecánica del accidente; a qué velocidad venía circulando el vehículo que embistió, etc".
Las maniobras dilatorias, los "tiempos de la justicia" sumado al dolor por la pérdida del ser querido, han sumido a la familia Nicola en un comprensible estado de angustia.
"Nosotros lo que pedimos es justicia y mayor celeridad para resolver este tema. Todavía no se han hecho peritajes claves. Mientras tanto la situación familiar es tremenda. Anímicamente estamos muy golpeados, con asistencia de psicólogos y psiquiatras", narró Rodrigo.
"Sabemos que hay maniobras por parte de abogados para desligar responsabilidades. No obstante confío plenamente en la justicia. Ellos sabrán dar su veredicto", cerró.