"La clínica fue inaugurada hace aproximadamente un año y yo abrí aquí mi laboratorio un mes atrás. Fue una gran apuesta para mí, no sólo por la inversión económica que tuve que hacer, sino también porque renuncié a un trabajo que tenía para iniciar esto. Esto que pasó me genera una mezcla de tristeza y bronca", contó Emiliano Pujato, bioquímico de 33 años, al referirse al robo que sufrió su centro de salud ubicado en barrio Fomento 9 de Julio.
Todo ocurrió en la cuadra de calle Luciano Torrent al 2500, entre avenida Aristóbulo del Valle y calle San Martín, a escasos metros de la Comisaría 11a. Vecinos escucharon ruidos durante la madrugada de este jueves, pero no sospecharon. Los ladrones se tomaron su tiempo, porque revolvieron cada rincón del edificio. Hasta desarmaron la mochila del baño para ver si no había algo de valor escondido.
Además de robar, los delincuentes ocasionaron múltiples daños dentro del edificio.
Por la mañana, Emiliano llegó para abrir su laboratorio y se encontró con la puerta principal totalmente trabada. En vano intentó abrirla hasta que se decidió a llamar a un cerrajero. Cuando finalmente pudo entrar se encontró con un panorama desolador. Todo estaba desordenado, había algunos elementos rotos y faltaban varias cosas. "Me robaron un microscopio y una centrífuga. Son herramientas de suma importancia, indispensables para el trabajo diario. Se trataba de aparatos nuevos, de uso exclusivo en el área de salud. Quiero creer que nadie los va a comprar, pero desgraciadamente hay mercado negro para este rubro, porque son costosos", explicó el profesional.
Además de robar, los delincuentes ocasionaron múltiples daños dentro del edificio.
Los ladrones habían entrado por la puerta trasera del laboratorio, que da al patio. La abertura estaba forzada. "Además de mis cosas, se llevaron cuatro notebooks, una de ellas exclusiva para un sofisticado equipo de oftalmología. También desaparecieron más herramientas médicas de todo tipo. Cuando terminaron se fueron por el frente, porque aprovecharon una llave que había quedado en el interior, y rompieron la cerradura a propósito".
Dolor
"Esta situación duele. Al laboratorio lo formé con mis ahorros, con ayuda de familiares y amigos. Fue mucho el esfuerzo que requirió este emprendimiento. Hay elementos que todavía estoy pagando y es terrible que se los lleven de un día para el otro", se quejó Emiliano, pero aseguró que "hay que seguir, porque es el trabajo, es lo que uno hace cada día para sobrevivir".
El bioquímico también hizo referencia al trastorno que el incidente ocasionó para sus pacientes. "Tuvimos que reprogramar todos los turnos. Esta es una clínica con mucho movimiento de gente, muchas cirugías".
Además de robar, los delincuentes ocasionaron múltiples daños dentro del edificio.
Por otra parte, señaló que la clínica cuenta con cámaras de vigilancia, pero cuando llegaron este jueves por la mañana la luz estaba cortada y el Wi-Fi apagado. Puso entonces un manto de sospecha sobre algunas personas desconocidas que visitaron el centro médico días atrás. "Fueron personas desconocidas, que no acudían para atención alguna. Sólo deambulaban o pedían permiso para entrar al baño. Así se robaron un tacho. Creo que pueden ser los mismos que ahora entraron para hacer este desastre. Ahora vamos a poner alarma también, vamos a tomar todos los recaudos", advirtió.
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