Por estas horas investigadores de la policía y de la justicia tratan de echar luz sobre una fatídica secuencia ocurrida la noche del lunes, la que comenzó con un robo en una vivienda de barrio Guadalupe y culminó con un tiroteo y un muerto en Villa Hipódromo.
Todo se inició poco antes de la medianoche cuando agentes policiales fueron comisionados, tras una aviso del 911, a concurrir a un inmueble de calle Echague al 7000, esto es, en el corazón de barrio Guadalupe.
En el lugar los uniformados entrevistaron a un hombre de 66 años, una mujer de 67 y un muchacho de 25 quienes se mostraban nerviosos y ofuscados tras haber sido asaltados por una pareja que se ganó al interior de su domicilio.
Los delincuentes, que estaban armados y cubrían la totalidad de sus rostros con gorros pasamontañas, sustrajeron una computadora tipo notebook; dos teléfonos celulares, entre otros elementos y a su vez produjeron daños y un gran desorden en el interior de la casa buscando joyas y dinero, para finalmente darse a la fuga.
A partir de entonces se inició un operativo de búsqueda que arrojó novedades poco después cuando oficiales del Grupo Operaciones Especiales (GOE) observaron que en inmediaciones de Galicia y Alvear había un Chevrolet Onix, con sus chapas patentes adulteradas, y cuyos ocupantes serían los sospechosos de haber participado en el hecho.
Cuando los uniformados impartieron la voz de alto los sospechosos se dieron a la fuga. Lo que siguió fue una feroz persecución por las calles de la ciudad que llegó hasta barrio Villa Hipódromo.
En busca del auto fugitivo los policías ingresaron a la barriada. Fue entonces que en Ricardo Aldao y Lamadrid observan a un hombre que venía corriendo en sentido contrario, que llevaba un arma de fuego en su mano derecha y con la otra sostenía un bulto.
Los policías le gritan para que se detenga y arroje el arma, pero el sujeto siguió corriendo. No conforme, al llegar a pasaje Paraná, el fugitivo giró y efectuó un disparo contra el uniformado. Éste último repelió la agresión con otro disparo de su arma reglamentaria.
Lejos de menguar en su actitud el rufián continuó su escape y en un momento se produjo un segundo intercambio de fuego que culminó cuando se vio al sospechoso caer al piso.
Al aproximarse el personal constató que el implicado presentaba un impacto de bala. Tenía todavía un arma de fuego en su mano derecha y en la otra dejó caer una notebook y un celular.
Poco después arribó al lugar personal de emergencias quien constató el deceso del implicado.
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Como es de rigor se procedió a colocar cintas para asegurar la escena, mientras se aguardaba la llegada del personal de Criminalística.
Sin embargo la tarea no fue sencilla porque varias personas salieron de sus viviendas y comenzaron a arrojar piedras contra los policías, por lo que se tuvo que efectuar disparos disuasivos al aire, con cartuchos AT (anti tumulto).
Cabe agregar que en pasaje Galisteo y Ángel Casanello, se encontró el Chevrolet Onix involucrado en el robo de barrio Guadalupe, el que quedó bajo custodia hasta que culmine el trabajo de los peritos.
Hasta el momento no se pudo establecer la identidad del fallecido.
Todo lo acontecido fue puesto a consideración de la fiscal de Homicidios, doctora Cristina Ferraro, quien dispuso la intervención del personal de la Agencia de Investigación Criminal (AIC), entre otras medidas.