El programa era grato y sencillo: disfrutar de una serie televisiva y comer algunos chocolates. Sin embargo tan placentero plan, en cuestión de segundos se transformó en pesadilla.
El programa era grato y sencillo: disfrutar de una serie televisiva y comer algunos chocolates. Sin embargo tan placentero plan, en cuestión de segundos se transformó en pesadilla.
Quien lo padeció fue Germán (43, un vecino que vive en la ciudad de San Javier, más precisamente en la zona de calle 25 de Mayo al 10.000, en el corazón de la zona céntrica.
"Eran cerca de las 22,45 cuando con mi hija, de 5 años, terminamos de cenar y nos fuimos hasta el living para ver un rato algún programa de televisión y comer unos chocolates. Pero cuando estábamos en eso, me muevo para acomodarme y veo por el rabillo del ojo la silueta de un hombre que estaba caminando por la cocina", dijo Germán a El Litoral.
"Lo primero que pensé fue en ir a agarrarlo. Pero de inmediato me di cuenta que me tenía que quedar quieto...que no podía hacer nada porque estaba mi hija", agregó.
"Yo creo que el tipo también me vio a mí. Entonces se dio vuelta y encaró para el patio. Allí con la ayuda de una escalera, llegó hasta la parte superior de un tapial por donde finalmente se dio a la fuga".
Superado ese primer sofocón el dueño de casa comenzó a revisar el lugar. Fue entonces cuando constató que el o los intrusos habían violentado una caja fuerte portátil desde donde sustrajeron algo de dinero. También se llevaron gran cantidad de prendas de vestir; una tablet; teléfonos celulares, mochilas con distintas pertenencias; zapatillas y paletas de paddle, entre otros objetos.
Todo parece indicar que los intrusos llegaron al lugar caminando por los techos de la cuadra. Luego se "descolgaron" por un tapial al patio de la propiedad. "En la pared quedaron los rastros de los las ladrones", señaló el damnificado.
Luego ingresaron a las distintas habitaciones de la casa donde causaron un gran desorden. Finalmente los malvivientes escaparon por el mismo sector, aunque para ello se valieron de una escalera.
"La verdad que estoy casi sin dormir por lo ocurrido. Uno se queda pensando en todo lo que puso pasar si yo llegaba a reaccionar. Lo que siempre tuve en claro es que no podía poner en peligro a mi hija", reflexionó.
Por último el damnificado explicó que "San Javier ya no es ese lugar tranquilo y sereno donde todo el mundo estaba en paz. Hace ya mucho tiempo vemos que los hechos de inseguridad son cada vez más frecuentes", culminó.