Carlos Retamal
Así lo determinó la fiscalía en base a distintas pruebas. Ambas fueron llevadas desde un bar en el centro de Rosario hasta la zona donde se hallaron los cadáveres. “Estamos hablando de muerte en un contexto de violencia de género por la atrocidad y violencia con que fueron cometidos los hechos y también por la forma y el lugar de descarte de los cuerpos”, dijo el fiscal Saldutti. Hay dos imputados como coautores del hecho.
Carlos Retamal
De a poco se va conociendo como fueron las últimas horas de la vida de Estefanía y Marianela Gorosito, cuyos cuerpos fueron hallados en la mañana del miércoles en un descampado ubicado en el límite oeste entre Rosario y Pérez. Mientras se avanza en el móvil del doble homicidio, la fiscalía imputó a dos personas de 18 y 30 años como coautores de los crímenes, bajo la figura de femicidio.
Según se develó este viernes 22 de julio en el marco de una audiencia imputativa realizada en el Centro de Justicia Penal de Rosario, las dos jóvenes fueron vistas por última vez en la tarde del martes 19, merendando en un bar ubicado en la esquina de Salta y bulevar Oroño, en el centro rosarino.
Pasadas las 18 llegaron hasta el lugar William Espinoza López, de 18 años, y Damián Ezequiel Rojas, de 30, en un Citröen C3 de color gris, propiedad de Rojas. Y luego de unos minutos, los dos varones subieron a las hermanas al auto, les sacaron “ilegítimamente sus teléfonos celulares, llaves de su domicilio y anillos de oro” con la ayuda de un arma de fuego.
Tras esto, fueron hasta una zona despoblada de Cabin 9, en jurisdicción de Pérez, y “les quitaron la vida efectuándole múltiples disparos, provocando su fallecimiento, con la finalidad de consumar y procurar su impunidad por el hecho de robo calificado; dejando luego los cuerpos de dichas mujeres en el lugar”, señaló la acusación.
El lugar fue un pequeño basural a cielo abierto ubicado en medio de quintas, campos y hornos de barrio, a un costado de la intersección de las calles Camino de los Indios y El Chajá.
La secuencia de los hechos continuó alrededor de las 20:30 de ese mismo martes, cuando personal de Gendarmería Nacional que estaba realizando un operativo de control vehicular en inmediaciones de calles El Chaja y Provincia de Misiones (también llamada calle Espinillo), a unos 500 metros de donde horas más tarde se hallarían los cuerpos, vio que un Citroën C3 que venía circulando en dirección a donde se estaba llevando a cabo el procedimiento, intentó dar marcha atrás y luego de hacer unos metros, sus ocupantes se bajaron y salieron corriendo.
Ante esto, varios uniformados corrieron y le dieron alcance a solamente uno de ellos, William Espinoza López, cuando intentaba subirse al techo de una vivienda, mientras que los restantes lograron escapar.
La policía secuestró el Citroën, en cuyo interior hallaron al menos una vaina servida y manchas de sangre en los asientos traseros.
La siguiente escena de esta saga mortal tuvo lugar en los primeros minutos del miércoles 20. Según la exposición de Fiscalía, a la 1:35 el dueño del auto, Damián Ezequiel Rojas, se presentó en la subcomisaría 20ª, de barrio 17 de agosto, en el sudoeste de Rosario, para denunciar que había dejado estacionado su auto con las llaves puestas y que se lo habían robado.
El miércoles 20, poco después de las 8:30, un huertero de la zona llamó al 911 y denunció que había dos cuerpos en un descampado. La Policía llegó al lugar y también el fiscal, que pidió que se trabaje bajo protocolo de femicidio, por lo que los cuerpos fueron preservados y trasladados hasta el Instituto Médico Legal (IML), con sus ropas puestas.
Antes de retirar los cadáveres, fueron identificados por un hermano y la pareja de una de las jóvenes. Y en la autopsia se comprobó que Estefanía tenía 8 impactos de bala, dos de ellos en el cráneo y Marianela otros cuatro, dos de ellos en la cabeza.
El fiscal en turno de la Unidad de Homicidios Dolosos, Patricio Saldutti, indicó este viernes que con el avance de la investigación, se ordenó el arresto del dueño del auto, en un primer momento por falsa denuncia. Además, ordenó la búsqueda de un joven apodado Lukitas, que se presume estaba en el auto y logró darse a la fuga.
Tras una minuciosa inspección al Citroën, los investigadores hallaron 3 anillos de oro, que familiares de las hermanas reconocieron como propias de Marianela y Estefanía. Además, se comprobó que había un orificio de bala en la carrocería, lo que podría inferir que “puede ser un disparo que pudo haberse efectuado dentro del auto”, dijo el fiscal, quien además aclaró que todavía falta conocer el móvil del doble crimen.
“Estamos hablando de la muerte violenta de dos mujeres en un contexto de violencia de género por la atrocidad y violencia con que fueron cometidos los hechos y también por la forma y el lugar de descarte de los cuerpos”, remarcó Saldutti.
López y Rojas fueron imputados por los delitos de femicidio, homicidio calificado por el concurso premeditado de personas, homicidio criminis causae; y robo calificado en concurso ideal, y en concurso real con la figura de portación ilegítima de arma de fuego de guerra. Además, a Rojas se le sumó una imputación por falsa denuncia.
La jueza de primera instancia María Trinidad Chiabrera formalizó la audiencia y dictó la prisión preventiva por el plazo de ley, es decir al menos dos años.
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