Cerca de las 5 del martes 26 de abril pasado los vecinos de Esmeralda y Presidente Quintana, en el barrio Tablada, escucharon una serie de disparos y al asomarse a la calle se encontraron con un cadáver sobre la vereda. Tenía varios balazos en su cuerpo, los ojos vendados y los brazos atados. Además, junto al cuerpo había un mensaje escrito en un papel: "Que peleen si no que corran". Tras 21 días sin haber sido identificado, desde el Ministerio Público de la Acusación (MPA) informaron que los familiares de la víctima confirmaron que se trata de Brian Leonel Pino, de 27 años.
La mañana siguiente al hallazgo del cadáver de Pino ningún vecino dijo haberlo reconocido, supusieron incluso que se trataba de alguien ajeno al barrio. Para esas horas el temor había invadido a un vecindario que al ver a la presencia de los periodistas en la zona se refugió en sus casas para evitar quedar expuestos.
Sobre el homicidio, la información oficial fue que la Central de Emergencias del 911 se dirigió al lugar tras el aviso de una serie de disparos y un hombre tendido en el suelo sobre Esmeralda al 3900. En la escena había nueve vainas servidas y varios disparos en la fachada de una de las casas, ubicada a metros de donde estaba el cadáver.
Respecto de la víctima se supo que tenía los ojos vendados, un cabestrillo inmovilizador en un brazo con el cual tenía atado el otro. Como un posible móvil del crimen, junto al cuerpo había una hoja con un mensaje escrito a pincel en témpera negra: "Que peleen si no que corran". Este martes desde el MPA indicaron que un familiar que se presentó en el Instituto Médico legal (IML) confirmó que se trataba de Brian Leonel Pino, de 27 años.
Balaceras a los Funes
El asesinato de Pino se dio en un contexto convulsionado en la ciudad en general y en la zona de barrio Tablada en particular. La noche del lunes anterior al crimen se habían registrado varias balaceras contras viviendas del sur de la ciudad, algunas incluso a pocas cuadras de donde luego sería acribillado Pino.
"Todas las balaceras son contra familiares de Alan", indicó en ese momento una fuente del MPA. Se refería a Alan Funes, sindicado líder de una asociación ilícita con base de operaciones en la cárcel de Ezeiza. Su banda había sido imputada a fines de marzo luego de una serie de allanamientos en los que fue desbaratado el funcionamiento de un búnker de drogas en Chacabuco al 4100.
Desde el MPA confirmaron que desde que dejó de funcionar ese punto de recaudación de dinero aumentaron los hechos violentos en la zona y mostraron sorpresa por cómo "no tardaron en castigarlo y sacarlo del mapa". Lo que nadie pudo responder es de quién se trataba y con qué respaldo. Lo cierto es que las últimas balaceras registradas en la zona parecieron ser un claro mensaje de un conflicto que alcanzaba a los Funes.
Los hechos se registraron contra una casa de Pasaje 1222 al 3900, donde no había moradores, pero en la cual, de acuerdo a la policía, los disparos se habrían efectuado alrededor de las 22.15 y desde un Volkswagen Gol gris. En el lugar se incautaron cuatro vainas servidas calibre 40 y otras cuatro calibre 7.62
Asimismo, en Necochea al 3500 un testigo dijo haber visto a un hombre de la familia Caminos como autor de unos 35 disparos contra el portón de un pasillo en el cual residen ocho familias, entre ellas una mujer de 72 años que sostuvo que los disparos fueron hechos como “una metralleta”. El joven autor de los disparos habría pasado en una moto junto a una mujer y un bebé y los peritos que arribaron al lugar levantaron 11 vainas servidas calibre 40, veinte vainas servidas calibre 9 milímetros, seis balas de plomo encamisadas y deformadas, ocho trozos de plomo deformado y nueve trozos de latón.
También hubo un ataque a tiros contra una propiedad de bulevar Oroño al 4700, donde viviría un pariente de la familia Funes, y otro en pasaje Hersilia al 200 bis, donde vivía Alicia Leonarda C., la abuela de los hermanos Funes, quien quedó presa acusada de guardar en esa casa las ganancias del quiosco de drogas que comandaban sus nietos en un pasillo de Chacabuco al 4100.
En ese marco cobra fuerza la idea de un rebrote en la antigua disputa de los Funes con los Caminos, herederos de lo que en algún momento supo ser una banda bajo las órdenes del asesinado ex líder de la barra brava de Newell's Roberto "Pimpi" Caminos. Dicha hipótesis surgió como una de las posibles en el contexto de los asesinatos de Marcos Caminos y su bebé de un año, también ocurrido en abril. Sin embargo, el lunes la fiscal Pairola dijo en conferencia de prensa que la rivalidad entre los Funes y los Caminos es "histórica" pero que "está un poco desactualizada con relación a la conformación del grupo de bandas actuales".
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