El pie del Monumento Nacional a la Bandera, el espacio donde los vecinos y vecinas de la ciudad utilizan para encontrarse y festejar un logro deportivo; celebrar una fecha patria (hasta hace poco tiempo con desfiles); o como punto de partida y/o llegada de eventos deportivos, fue el espacio elegido para convocar a marchar en reclamo de seguridad y pedir justicia.
Casi 3 mil personas llegaron hasta el lugar ubicado a metros del río Paraná, en la costa central de Rosario, convocados por familiares y amigos de Joaquín Pérez, el arquitecto de 34 años asesinado en el marco del robo de su auto, en la noche del martes 19 en la puerta de una cochera del barrio Arroyito Oeste.
Luego de la movilización realizada el jueves pasado en la unión de bulevar Rondeau, avenida Alberdi y calle Juan B. Justo, a poco más de 100 metros de donde ocurrió el asesinato, que contó con la presencia de alrededor de 8 mil personas, se convocó a una nueva manifestación, esta vez en el Monumento a la Bandera, a las 20. «Vayan el miércoles al Monumento a gritar justicia», había pedido Leandro, hermano de Joaquín, en todos los medios posibles para que «se haga justicia por mi hermano y todos los que fueron mi hermano antes».
Y fue así. La palabra justicia fue la más escuchada, gritada y pedida por las personas que llegaron en auto, colectivo o caminando, algunos con sus hijos, hasta la explanada del Monumento, y el inicio de calle Córdoba, lo que obligó a cortar dicha arteria.
“Espero que los gobernantes, jueces y legisladores se den cuenta de que esto tiene que cambiar, la gente está cansada”, dijo Leandro Pérez.
También destacó la presencia de autoridades locales y provinciales (entre ellos el intendente rosarino, Pablo Javkin y el gobernador Omar Perotti), que se acercaron a la manifestación y rechazó los insultos y empujones que sufrieron ambos funcionarios.
“La violencia es lo que mató a mi hermano”, sostuvo Leandro, para agregar que ambos vinieron y dieron la cara. “Para mí eso es un gesto, sabiendo que iban a ser abucheados o empujados”.
Y terminó diciendo: "Si no hacemos nada, las cosas no van a cambiar, tenemos que movilizarnos".
En medio de aplausos y el pedido de justicia y seguridad, Leandro, hermano del arquitecto asesinado –quien promovió la marcha a la cual invitó a toda la ciudadanía, incluyendo a políticos, y a funcionarios locales, provinciales y nacionales– sostuvo que la movilización “es un punto de partida” para empezar a cambiar la violencia que domina la ciudad.
¿Cómo sigue la investigación?
A poco más de una semana del crimen, no hay grandes avances en la investigación y su familia vive ahora con custodia.
En las horas posteriores al asesinato del arquitecto, ocurrido hace menos de 10 días, se conocieron algunos detalles de la investigación. Que la víctima había recibido dos disparos, de distinto calibre y armas diferentes; que en el auto –que fue abandonado a unas 7 cuadras al oeste– se halló un arma calibre 40 que había sido robada hace 5 años; y que la principal hipótesis que se maneja es que el hecho fue ‘al voleo’.
El viernes se produjo la detención en forma preventiva de dos hombres, tras una denuncia que ingresó a la central 911. Uno fue detenido en el marco de un allanamiento realizado en Villa Gobernador Gálvez y el restante en una vivienda de barrio Echesortu, en el noroeste rosarino.
Sin embargo, casi 12 horas después, ambos fueron liberados, y en su lugar se abrió una causa contra dos mujeres (al parecer sus ex parejas), por falso testimonio.
Sobre este hecho, la Fiscalía señaló que «agotadas las líneas investigativas y al determinar que los datos aportados no pudieron ser corroborados y presentaban falencias en el relato a medida que iba avanzando la investigación, se solicitó se presenten las dos mujeres que habían aportado los datos vía telefónica en un primer momento para tomar una declaración ampliatoria».
Ninguna de las dos lo hizo, por lo que se pidió la detención de ambas mujeres, mientras se dio inicio a una causa por falsa denuncia. Una de ellas, identificada como Cristal M., de 24 años, logró ser apresada, y este martes 26 de octubre fue imputada por el fiscal Franco Carbone por el delito de falsa denuncia y falso testimonio en concurso real, atribuido en calidad de coautora. El pedido fue avalado por el juez Carlos Leiva, quien además de imputar a la mujer, dispuso que cumpla prisión preventiva domiciliaria por el lapso de 90 días, con la utilización de una tobillera electrónica. Además, la imputada deberá registrar regularmente en la Oficina de Gestión Judicial la constancia de domicilio.
Joaquín Fernando Pérez, de 34 años, fue sorprendido cerca de las 23 del martes 19 de octubre por dos personas que llegaron en una moto, cuando estaba por guardar su auto en una cochera de pasaje Muñiz al 1200, a menos de 100 metros de su vivienda (ubicada en Juan B. Justo al 1700).
En circunstancias todavía en investigación, recibió dos disparos de arma de fuego, uno a la altura del tórax y la restante en la zona inguinal, y salió corriendo rumbo a su casa, en busca de auxilio.
Joaquín llegó corriendo hasta la puerta de ingreso al pasillo donde residía, y cayó gravemente herido. Fue auxiliado por familiares y vecinos, y un rato más tarde fue socorrido por personal médico del Sies, que lo trasladó hasta el hospital de emergencias, donde falleció en los primeros minutos del miércoles 20.
A su auto, que quedó sobre pasaje Muñiz, se lo llevaron los homicidas y fue hallado un rato más tarde en inmediaciones de Olivé y pasaje Flynn, con un arma calibre 40 en su interior, el motor encendido y uno de los vidrios astillado.