Un fiscal rosarino pedirá la pena de prisión perpetua para un hombre acusado de atacar a golpes, asfixiar a su pareja y luego arrojar su cadáver a un pozo de molino en la vivienda donde convivían, en una zona rural del Gran Rosario en 2019.
Para el fiscal, la conducta del acusado fue desplegada dentro de un contexto de violencia de género que tuvo lugar durante el curso de su relación de más de 40 años.
Un fiscal rosarino pedirá la pena de prisión perpetua para un hombre acusado de atacar a golpes, asfixiar a su pareja y luego arrojar su cadáver a un pozo de molino en la vivienda donde convivían, en una zona rural del Gran Rosario en 2019.
En una audiencia preliminar al juicio oral, el fiscal Alejandro Ferlazzo acusó a José María Castro (64) por del delito de "homicidio calificado por el vínculo y por mediar un contexto de violencia de género" contra su pareja, Elsa Noemi Mércuri (61), cometido en 2019, dijo que pedirá la pena de prisión perpetua.
El hecho se produjo en marzo de 2019 en una vivienda que Castro compartía con Mércuri en la localidad de General Lagos, ubicada a 22 kilómetros al sur de Rosario. Según el relato del fiscal, el hombre asesinó a la mujer tras reducirla a golpes para luego ponerle una soga alrededor del cuello que tiró hasta asfixiarla.
Luego de ello, siempre según el fiscal, envolvió el cuerpo con una bolsa de arpillera y lo arrojó a un pozo de molino del predio lindero a la vivienda en la que convivían.
El 28 de marzo de 2019 Elsa fue vista por última vez con vida y recién el 27 de noviembre de ese mismo año hallaron sus restos en el pozo, donde además los peritos secuestraron sus prendas de vestir y un arma blanca.
Para el fiscal, la conducta del acusado fue desplegada dentro de un contexto de violencia de género que tuvo lugar durante el curso de su relación de más de 40 años de convivencia, en los que tuvieron cinco hijos que al momento del hecho no convivían ya con sus padres.
Asimismo, el fiscal destacó que el acusado generó una relación basada en el sometimiento con una permanente violencia física y psicológica hacia la víctima.
Los hijos de la mujer fueron los primeros en poner en alerta a las autoridades debido a que su madre no se comunicaba con ellos y al consultar a su padre les dijo que se había ido de su casa, lo que les llamó la atención debido a que había dejado su teléfono celular. Fue así que uno de los hijos obligó a su padre a radicar una denuncia un mes después, en abril, por la presunta desaparición de la mujer.
El acusado, fue detenido el 27 de noviembre cuando encontraron el cadáver de su esposa y dijo haber cometido el crimen tras una pelea a golpes que ambos habían mantenido, aunque nunca precisó el día en que efectivamente la mató.
Tras la audiencia donde fueron admitidas las pruebas, el caso será elevado a juicio oral.