Dos jóvenes que ser besaron en una plaza del barrio porteño de Villa Urquiza fueron atacados a latigazos por un hombre en medio de un violento ataque con ribetes de homofobia.
Dos jóvenes que ser besaron en una plaza del barrio porteño de Villa Urquiza fueron atacados a latigazos por un hombre en medio de un violento ataque con ribetes de homofobia.
El ataque, que se produjo el domingo por la noche en la plaza situada en Holmberg al 2.500, en esa zona del norte de la Ciudad, terminó cuando uno de los integrantes de la pareja de hombres jóvenes, gracias a sus conocimientos de artes marciales, logró reducir al agresor.
El otro integrante de la pareja recibió algunas heridas sangrantes de latigazos, sobre todo en las piernas, pero se encontraban en buen estado.
"Váyanse, son unos desubicados", les gritaba el agresor, un hombre de unos 55 años, según contó Brian, un joven de 27 años que es uno de los damnificados, quien aseguró que denunciará el hecho ante el Instituto Nacional contra la Discriminación (INADI).
"Nos exigía que nos vayamos porque estábamos haciendo algo asqueroso y que no teníamos derecho a estar en ese lugar juntos", contó Brian, de unos 30 años, en declaraciones al canal TN.
Según explicó, se encontró en una segunda cita con Ariel, al que definió como una persona que está "conociendo", en un parque público y les llamó la atención la presencia de un hombre en una camioneta "muy linda" que le dio un abrazo a un nene de unos nueve años.
"Al rato esta persona volvió caminando con un látigo y un sombrero de paja", recordó.
Sostuvo que el hombre los empezó a atacar con el arma compuesta por paja trenzada, con una punta metálica, "como si estuviéramos en el siglo pasado".
El joven logró defenderse y reducir al agresor: "Cuando me quiso dar un segundo latigazo lo pude reducir, le apliqué una llave y lo tuve retenido en el piso durante 15 minutos. Yo quería que se lo lleve la policía", contó.
Ante la falta de intervención policial y que el ánimo del agresor parecía calmarse, Brian recibió una llamativa explicación del mismo: dijo que su sobrino le había preguntado qué estaban haciendo y por qué se besaban dos hombres en la plaza.
Cuando la policía acudió al lugar, el agresor ya se había ido por lo que no fue detenido.
"Aparentemente se llama Héctor, conducía una Fiat Ducato de color blanca y violeta", contó Brian, quien remarcó que el ataque homofóbico pudo haber tenido consecuencias más graves de no mediar sus conocimientos de defensa personal.
Con información de NA