Quedó en prisión preventiva un hombre de 34 años que es investigado por haber privado ilegítimamente de su libertad a su pareja en la ciudad de Santa Fe. Además, se le endilgaron amenazas en contra de un vecino y la tenencia ilegítima de armas de fuego.
La medida cautelar fue ordenada por la jueza de la Investigación Penal Preparatoria (IPP), Susana Luna, en una audiencia que se desarrolló en los tribunales de la capital provincial.
O.M.C. fue imputado como autor de "privación ilegítima de la libertad", "amenazas calificadas por el uso de arma", y "tenencia ilegítima de arma de fuego de uso civil y arma de fuego de guerra".
Los fiscales que están a cargo de la investigación y solicitaron la prisión preventiva son Rosana Peresín y Manuel Cecchini. Expusieron que "la jueza consideró acreditada la atribución delictiva, tuvo en cuenta la pena en expectativa y analizó la peligrosidad procesal", y valoraron que "aunque la defensa se opuso, la magistrada hizo lugar al pedido que hicimos desde el MPA".
En una vivienda
Peresín precisó que "entre el lunes de la semana pasada y la primera hora del miércoles siguiente, el hombre investigado mantuvo encerrada a una mujer que era su pareja en una casa ubicada en Pasaje Simoniello al 7.300". Al respecto, subrayó que "la víctima manifestó expresamente su voluntad de irse del lugar y él la obligó a quedarse".
"El imputado ejerció violencia física en contra de la mujer y la amenazó con buscarla para seguir golpeándola si ella lograba salir de la vivienda", aseguró.
Además, la funcionaria del MPA señaló que "el hombre de 34 años también es investigado por haber amenazado de muerte a un vecino el jueves 30 de noviembre de este año a la siesta". Según expuso, "lo amedrentó con un arma de fuego que llevaba en la cintura".
Peresín también puntualizó que "el imputado fue detenido en su casa por agentes policiales que secuestraron dos armas de fuego que tenía en su poder sin la debida autorización legal".
"El hombre investigado poseía una pistola semiautomática de simple acción, calibre .38, que estaba cargada con siete cartuchos de diferente calibre que eran compatibles; y una escopeta de un caño, tiro a tiro, calibre 20, que contenía cuatro cartuchos idóneos para ser ejecutados", detalló la fiscal. "Ambas armas eran aptas para efectuar disparos", remarcó.