Misterioso secuestro y advertencia sobre la ejecución de dos policías
El abogado defensor del único detenido calificó el hecho de "por lo menos raro" y sembró sospechas sobre el pasado de las víctimas: uno de ellos "un policía retirado con antecedentes", dijo.
"Privación ilegítima de la libertad y robo agravado". Así calificó la Justicia un llamativo hecho acontecido el miércoles de la semana pasada en barrio Barranquitas Oeste, casi en el límite con el río Salado. Esa tarde, cuatro sujetos abordaron al conductor de un auto y su acompañante, los obligaron a descender y los retuvieron durante casi media hora, hasta que llegó la policía.
Como consecuencia, el juez penal Gustavo Urdiales ordenó la prisión preventiva sin plazo para uno de los presuntos captores, un ex presidiario de 42 años llamado José Luis García.
"Lo único que tenemos de cierto hasta ahora es que mi defendido tiene antecedentes penales y estaba en el lugar", dijo el abogado Enrique Müller, quien calificó el hecho de "por lo menos raro".
Para los fiscales Manuel Cecchini y Rosana Peresín, el detenido formó parte de un grupo de cuatro personas, de las cuales dos desaparecieron antes de la llegada de la policía y un tercero escapó por zona de bañados desoyendo la vos de "alto" de los uniformados.
El único detenido fue trasladado a la Comisaría 6ta. el miércoles 2 de noviembre en horas de la tardenoche.
En la zona oeste
Lo cierto es que García fue imputado el viernes pasado por los delitos de "robo calificado por empleo de arma de fuego" (le secuestraron una pistola 9 mm apta para disparar) y "privación ilegítima de la libertad agravada por el uso de la fuerza".
El hecho ocurrió el miércoles 2 de noviembre, cuando alrededor de las siete de la tarde una mujer llamó al 911 para denunciar que iban a ejecutar a dos policías. Las presuntas víctimas, dos hombres de 40 y 64 años, circulaban a bordo de un auto Fiat Palio por Artigas y Gaboto del barrio Barranquitas Oeste, cuando fueron interceptados por dos hombres armados que los obligaron a ingresar a una pieza ubicada un poco más adelante, por calle Artigas en el límite con el Terraplén Irigoyen.
Allí los aguardaban otros dos sujetos, al parecer también armados, los cuales los retuvieron a punta de pistola y les sustrajeron los teléfonos, billeteras con dinero y la llave del auto.
Ejecutar policías
La escena fue advertida por una vecina -posiblemente conocida de una de las víctimas-, la cual denunció al 911. "Es la cuarta casa", especificó la mujer, quien aportó que las víctimas eran policías y que creía que los iban a matar. Además, hizo referencia a una camioneta azul estacionada en la esquina.
Con semejante denuncia, cuatro efectivos de la jurisdicción llegaron hasta la precaria vivienda donde estaba estacionado el Fiat Palio. Se acercaron sigilosamente, cuando de pronto vieron salir corriendo a uno de los captores que se internó en zona de bañados.
Más cerca de la construcción y parapetados para repeler un posible ataque, escucharon que desde dentro alguien martilló un arma. Fueron segundos de tensión, hasta que vieron salir a un sujeto que dejó el arma en el suelo y se entregó.
Con él apareció un tercero que gritaba "¡nos tienen secuestrados!", mientras en el interior había quedado el hombre mayor. Ante la confusión de si se trataba realmente de una víctima la policía los llevó detenidos hasta que la situación quedó despejada.
En poder del acusado la policía secuestró una pistola 9 mm marca Bersa con 14 balas.
Pesado antecedente
De la declaración de las supuestas víctimas no surge otro elemento que no refiera al robo de los celulares -que fueron secuestrados-, las billeteras y la llave del auto; y que estuvieron entre 25 y 30 minutos privados de la libertad y bajo amenaza de arma de fuego.
A la hora de sostener su pedido de prisión, los fiscales hicieron hincapié en que el detenido "tiene un antecedente cuya pena venció el 29 de enero de 2021" y que purgó una condena por delitos contra la propiedad, entre otros, que en su acumulado alcanzó los 18 años.
Además, señalaron que "quedan tres imputados que debe saberse quiénes son" y que "tampoco sabemos cuál es la relación con las víctimas. Puede haber razones en la selección de las víctimas que desconocemos", destacaron.
"Cabos sueltos"
Aunque con objetivos diferentes, el defensor Müller se opuso al pedido de prisión preventiva. "Surge de las constancias de que es un hecho por lo menos raro" y "probablemente estemos ante la presencia de un dolo distinto del robo", sostuvo.
El letrado hizo otras disquisiciones como que "el arma no estaba en poder de García" y que en tal caso, se trataría de "una tenencia y no una portación".
Pero también se despachó en contra de las víctimas al referir que Luis Ángel F. (64) "es un policía retirado con antecedentes penales que vive en las cercanías" y que la mujer que hizo la llamada al 911 era su esposa. También apuntó al paraguayo de Eder Paulo C.C., (40) "está asociado a algunas cuestiones delictivas", deslizó. "Hay cabos sueltos que nos va a llevar tiempo dilucidar", cerró el Dr. Müller al ofrecer alternativas a la prisión o en todo caso una preventiva "temporal".
El juez Urdiales rechazó la propuesta defensiva y dispuso la prisión sin plazo para el ex convicto, al menos hasta tanto se logre dilucidar la trama oculta que ninguno de los involucrados quiso ventilar.
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