A mediados de abril de este año, un vecino de la ciudad de Gálvez (departamento San Jerónimo) fue secuestrado por una banda que luego llamó a sus padres para pedirles una fortuna como rescate. Por el hecho -que afortunadamente finalizó con la liberación de la víctima ilesa- cayeron tres hombres que fueron procesados y puestos en prisión preventiva por disposición de la Justicia Federal. El fiscal del caso, el doctor Gustavo Onel, ahora dio por terminada la investigación y solicitó la elevación a juicio.
Los presuntos autores del secuestro extorsivo son Martín Uriel Quevedo (de 36 años), su hermano Franco Lionel Quevedo (de 35) y Jonatan David Oscar Petri (de 40), cuñado de los dos anteriores (está casado con la hermana de ellos).
Según la hipótesis fiscal, a principios de año los hermanos Quevedo (que se ganaban la vida realizando trabajos vinculados a la construcción: pintura, revestimientos de interiores, plomería, etc.) y Petri (un agente civil del Ejército Argentino que prestaba servicio en el Batallón de Arsenales 603 de Fray Luis Beltrán) decidieron capturar a Nicolás M., el hijo de una reconocida familia de comerciantes de la ciudad de Gálvez.
De película
El secuestro ocurrió durante los primeros minutos del día 14 de abril de 2023. La víctima, que padece una discapacidad y tiene diabetes Tipo 1, volvía en bicicleta a su casa luego de trabajar en un boliche.
Onel asegura que en calle Maipú, entre avenida República y Corrientes, de Gálvez, el joven fue interceptado por Franco Lionel Quevedo y Martín Uriel Quevedo, quienes se desplazaban en un rodado gris, marca "Ford", modelo "Focus". Uno de los nombrados descendió del auto, cubrió la cabeza del joven con una bolsa y lo empujó en la parte trasera del vehículo.
Nicolás M. fue trasladado hasta una vivienda en construcción que habría sido aportada por Petri, ubicada en la calle Miguel Pafundi S/N, manzana 16, lote 38, de la localidad de Andino, a unos 90 kilómetros de Gálvez.
Allí, la víctima permaneció cautiva, con sus manos atadas y la cabeza tapada, hasta el mediodía. Corresponde consignar que la vivienda en cuestión se hallaba registrada a nombre de la esposa de Petri y la propia víctima reconoció luego el lugar.
Las diligencias practicadas permitieron establecer que Petri se habría hecho presente en el inmueble de cautiverio en la mañana. Su auto fue captado por cámaras de vigilancia de la zona.
De millonarios a mendigos
A partir de la madrugada, los captores realizaron varias llamadas telefónicas a los padres de la víctima, pero ellos dormían y recién atendieron cerca de las 7 de la mañana. Desde entonces y hasta cerca del mediodía, cruzaron varias conversaciones para exigir una suma de dinero por el rescate.
Los secuestradores pidieron en un principio 200 mil dólares, pero fueron bajando sus pretensiones hasta llegar a 5 millones de pesos. Finalmente, liberaron a Nicolás sin recibir nada a cambio, evidentemente asustados.
El fiscal sostiene que los captores "amenazaron y agredieron constantemente a la víctima, a quien le propinaron golpes en su cuerpo, provocándole lesiones leves, consistentes en contusión facial, herida cortante en labio superior e inferior y equimosis en ambos antebrazos y pierna derecha".
Alrededor de las 11.30 de ese mismo día, los hermanos Quevedo llevaron al secuestrado hasta una zona rural cercana a la localidad de Aldao, donde lo liberaron. Un camionero lo recogió y lo llevó a una comisaría cercana.
Lo tiraron arriba de un colchón con olor a nafta. Le dijeron que iban a matar a su familia si no pagaban el rescate. Lo querían obligar a dormir, pero él no pudo… tampoco probó bocado alguno de comida ni bebió mientras estuvo retenido contra su voluntad.
El fiscal Onel aclaró que los hermanos Quevedo fueron procesados en carácter de coautores del secuestro extorsivo, mientras que su cuñado Petri fue partícipe necesario del hecho.
Elementos probatorios
Los captores utilizaron el teléfono de la víctima para comunicarse con sus padres. Los investigadores lograron determinar que durante esos llamados, el aparato se encontraba en la misma zona que los de los hermanos Quevedo, en distintos puntos del sur provincial.
Por otra parte, Martín Quevedo es titular registral (50%) del Focus que habría sido utilizado para captar y luego trasladar a la víctima.
Llamadas
Se transcriben a continuación algunas de las comunicaciones entre los padres de la víctima y los delincuentes:
Secuestradores (S): "Hola, qué me conseguiste?"
Madre (M): "5 millones, no puedo más, porque no puedo pedirle a nadie, escúchame una cosa, ustedes dónde están".
(S): "Vos andá saliendo con la plata esa, 5 millones de qué?"
(M): "De pesos, no tengo más querido, te estoy dando todo lo que tengo".
(S): "No no, no pero a mi no me sirve, vos me estás boludeando.
(...)
(M): "Hola, hola…"
(S): "Hola Señora se le terminó el tiempo señora, yo sé que tiene más de esa plata, así que no estemos con vueltas".
(M): "Te estoy diciendo que no tengo más, si vos no querés que no le diga a nadie, yo no tengo más, me decís que se terminó el tiempo, cómo hago yo, recibime esto te lo pido por favor, ustedes dónde están, nos encontramos en ruta si querés".
(...)
(M): "Hola, hola…"
(S): "Se acabó el tiempo señora, se empeñó más en rastrear el celular que en encontrar a su hijo, que tenga suerte…".
(M): "Estoy saliendo, estoy saliendo…".
(...)
(Padre): Hola…
(S): "Hola, conocés el ACA que está por la autopista, la estación de servicio que va para Rosario?"
(P): "Para el lado de Rosario sí".
(S): "Cuando esté ahí yo te llamo…"
(P): "a mi no me interesa la plata yo quiero verlo al Nico, yo te dejo el bolso y me lo cargo y me vuelo, vos no te preocupes por la plata…"
(S): "vos quédate tranquilo que tu hijo está perfectamente bien…"
(...)
(P): "Hola.."
(S): "Hola, nosotros estamos en movimiento por dónde andan?"
(P): "yo estoy en el kilómetro… ahí te digo, me parece que en el kilómetro 80, espera que veo el cartel"
(S): "cuánto te falta?"
(P): "20 minutos más o menos, estoy en Monje, justo pasando Monje…"
(S): "en 20 minutos te llamo, cuchame las alertas, no diste ninguna alerta verdad…"
(P): "Pero no estamos mi señora y yo, yo estoy desesperado por la insulina del nene, déjalo en el automóvil club y yo te dejo el bolso y devolvémelo y yo me disparo para Gálvez".
(S): te llamo en 20 minutos y te digo dónde te lo dejo al pibe, primero quiero ver el tema de la plata, no quiero correr riesgos, si está todo en orden al pibe lo vas a ver…"
(...)
(P): "Hola.."
(S): "Hola…"
(P): "Estoy parado acá con la camioneta blanca…hace un rato"
(S): "Cuchame deja la plata tirada en el puente Carcarañá abajo hay una calle, déjala tirada ahí"
(P): "No sé cual es Carcarañá"
(S): "Hay carteles, Hay un puente de carcarañá, tu hijo está en Ricardone camino de tierra que va Aldao"
(P): "Para para que no conozco nada, yo voy por la autopista…"
(S): "En el puente Carcarañá, abajo hay una calle tira la plata ahí….y tu hijo está en Ricardone camino Aldao…"
(P): "y cómo hago yo, tengo que entrar en Ricardone?"
(S): "si entra en Ricardone…está ahí sentado en una orilla…"