“En esa casa estaba todo mal... había un clima de violencia siempre. Yo sospechaba que mi hija podía estar en peligro cuando estaba este tipo, pero jamás me imaginé que podía ocurrir este desastre”.
Así lo aseguró el padre de la niña asesinada. “Varias veces Valentina me pidió que la vaya a buscar”
“En esa casa estaba todo mal... había un clima de violencia siempre. Yo sospechaba que mi hija podía estar en peligro cuando estaba este tipo, pero jamás me imaginé que podía ocurrir este desastre”.
Las palabras pertenecen a Gustavo Escalante, el padre de Valentina, la niña de 10 años que fue brutalmente asesinada junto a su madre, Verónica (34), en la vivienda de Azopardo 10.400 en el barrio Punta Norte.
A Gustavo se lo nota atravesado por el dolor. Sin embargo desde lo más profundo saca fuerzas para no derrumbarse y mantuvo un diálogo con El Litoral.
“De algo así no te recuperás jamás. Pero tengo que seguir igual. Con mi pareja actual tengo una beba de 10 meses y también un ‘gordo’ de 17 años, que tuve de mi relación con Verónica”, dice.
Sobre aquel trágico domingo recuerda que fue una vecina quien lo llamó para avisarle. “Me dijo que vaya urgente para la casa de Verónica porque algo muy malo había pasado. Me agregó que ya estaba la policía”.
“Como pude salí ‘volando’. Cuando llegué todo fue horrible. La desesperación, el querer entrar pero no me dejaban, el tener información. La casa estaba cerrada y la policía ya había vallado el lugar. Lo peor es que no me decían nada”.
“Al principio decían que había varios muertos. Después me entero que las víctimas era Verónica y la nena. Cuando escuché eso me quise morir”.
Más adelante Gustavo narró que hacía 3 años se había separado de Verónica. A partir de entonces habían acordado un régimen de visitas. “La nena vivía conmigo y algunos fines de semana iba con ella”.
Pero los problemas comenzaron cuando la mujer entró en relación con este muchacho, el que hoy se encuentra en condición de prófugo.
“Este tipo es un vago, no trabaja ni hace nada. Tiene problemas con todo el mundo. Y es un violento”, precisó.
“Yo trataba de no llevarla a la nena, porque su madre había formado una familia que era bastante inestable. Allí las cosas nunca estaban bien. Había un clima de violencia permanente. En ellos las peleas eran habituales. Se separaban y después volvían”.
Y en ese contexto no fueron pocas las veces que la pequeña Valentina, a su manera, lanzaba los pedidos de auxilio.
“Cada vez que se armaba algún lío la nena me mandaba un mensaje de texto y entonces yo salía corriendo a buscarla”, comentó Gustavo.
“Varias veces la he ido a buscar y ya estaba la policía en el lugar. Es decir que alguien había llamado al 911. Mi hija me escribía ‘¡vení a buscarme Pá!”. Y yo no necesitaba más nada. Entendía que se había armado lío. Lástima que ese domingo ella no me pudo avisar...”, cerró entre lágrimas.
Como autor de las muertes de Verónica y Valentina se señala a un hombre, de 30 años, quien desde el domingo se mantiene en condición de prófugo. “Todas las secciones de la fuerza trabajan en procura de lograr la detención de este individuo”, precisó hoy una alta fuente de la Unidad Regional I.
Según se supo los pesquisas rastrearon domicilios en nuestra ciudad y en Recreo donde el sospechoso tiene familiares, aunque con resultado negativo.
En tanto otras fuentes estimaron que en las próximas horas podría entregarse a las autoridades acompañado por un abogado.